Hermoso de Mendoza sale a hombros junto a Pepe Manrique en Aguazul.
Logró cortar una oreja de cada uno de su lote, dos toros de Cabrera, terciados, que dieron buen juego.
Ganado: Dos toros de Santa Bárbara, primero y cuarto, y cuatro de Cabrera, terciados de presencia pero de buen juego, sobre todo el sobrero quinto, con temple y codicia.
Toreros: Pepe Manrique (silencio tras aviso y dos orejas), Pablo Hermoso de Mendoza (oreja en ambos) y Andrés Rozo (oreja y silencio tras aviso).
Lugar y fecha: plaza de toros Dimas Avella, en Aguazul, departamento de Casanare (Colombia). 18 de enero.
Incidencias: Prácticamente lleno. El torero navarro y Manrique salieron a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza debutó el domingo pasado con estupendo pie en la plaza colombiana de Aguazul, ya que salió hombros después de conseguir dos orejas, una de cada uno de su lote, trofeos que no fueron más por fallar con el rejón letal. Pese a ello, su presentación en este coso fue todo un éxito ya que el escenario prácticamente se llenó; se vendió todo el papel salvo algunas barreras de sol.
Los toros, terciados de presentación, dieron buen juego sobre todo el sobrero que salió en quinto lugar, un ejemplar que tuvo temple y codicia, aunque su presentación fue muy justa.
A su primero lo lidió con Churumay de salida, Disparate y Habanero en banderillas, y con Pirata en el tercio final. Lo que más gustó al público fueron las piruetas de Habanero, que fue quien se llevó los rotundos olés de la faena. A la hora de matar, el rejón tocó la médula y eso redujo el premio a una oreja.
Al quinto no hubo manera de sacarlo al ruedo y, por ello, para evitar el enfado del público, después de varios minutos, salió el sobrero, del que obtuvo otra oreja. Aunque justo de kilos, este toro resultó el mejor del encierro. El caballero navarro lo cuajó de principio a fin. Fue un gran trasteo en el que destacó la sobriedad de Napoleón de salida, el templado toreo de Disparate, la majestuosidad de Viriato, que se pasó los pitones por el pecho en cada embroque, y la espectacularidad de Pirata a la hora de clavar las cortas, a una y dos manos. El estellés pudo cortar los máximos trofeos pero pinchó en tres ocasiones y, finalmente, logró uno, el que le hacía falta para poder salir a hombros en su debut en Aguazul.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX