
Javie Antón, con la diestra, ante el segundo utrero de la jornada.
Los tres matadores de toros y el novillero probaron la bravura de cuatro cuajados utreros de Zahorí, que se caracterizaron por su nobleza.
La localidad navarra de Falces recobró el pasado domingo su ambiente taurino. Y lo hizo con la celebración de un tentadero de cuatro utreros de Zahorí, novillos cuajados, cercanos a cumplir los cuatro años, que se caracterizaron por su nobleza, lo que permitió el lucimiento de Esaú Fernández, de los navarros Javier Antón y Javier Marín, y del novillero Diego García.