EL NAVARRO JAVIER MARÍN TRIUNFA Y CONVENCE EN SU DEBUT DE LUCES, PESE AL USO DE LOS ACEROS

Con este cambiado por detrás comenzó Marín su faena al que cerró plaza.

Realizó dos buenas faenas en Cintruénigo, que no remató con el estoque.

Ganado. Cuarto erales de Rivera de Campocerrado, bien presentados, más cuajados primero y tercero, nobles y manejables en general, con un segundo y un cuarto escasos de fuerza, un primero con marcada querencia a tablas y un tercero con clase, el mejor del encierro.

Novilleros.

Eugenio Martín “El Mani”: oreja y oreja tras aviso. Salió a hombros.

Javier Marín: oreja tras aviso y oreja tras dos avisos.

Presidencia. A cargo de Casto Alvero, asesorado por Jesús María de Andrés y Bartolomé Cobo, correcta, pese a mostrarse demasiado generosa en la concesión de algunos trofeos.

Incidencias. Más de dos tercios de plaza. Tarde soleada y calurosa. Marín debutó de luces. La peña Sergio Sánchez, por medio de Josefina Mena, la socia más veterana, regaló al joven torero navarro, tras el paseíllo, un capote de paseo. Actuó de sobresaliente Javier Antón, que hizo tres quites: por gaoneras, a la verónica y por chicuelinas. Yolanda Barcina, presidenta de Navarra, y Alberto Catalán, presidente del Parlamento de Navarra, presenciaron el festejo desde un palco.

Navarra tiene un torero, otro, que apunta buenas maneras y mantiene proyección de futuro. Veintiséis años después de Sergio Sánchez, otro cirbonero, Javier Marín debutó de luces. Y lo hizo ante sus paisanos, que se volcaron con él y premiaron sus dos faenas.

Y la verdad es que realizó dos buenos trasteos ante dos débiles erales. No mató bien, no, como era de esperar. Lo raro habría sido que pegase dos estoconazos. Puestos a soñar…

Pero lo cierto es que manejó con serenidad y temple el capote, en forma de mecidas verónicas que no dejaron ver sus nervios. Incluso se lució ante el que abrió plaza con un quite por tafalleras.

Con la muleta realizó dos faenas de similar corte, por ambos pitones, templadas y limpias, con algún bonito cambio de mano y rematando las series con largos pases de pecho. Pese a que falló con el estoque, algo lógico, sus paisanos le quisieron premiar; pidieron los trofeos y hubo que concederlos.

Para El Mani, que ya ha debutado con caballos, la tarde fue un bonito entrenamiento, en el que se mostró variado con la muleta en sus dos faenas.