LA TAUROMAQUIA SE IMPREGNÓ DE ARTE EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA NAVARRA

De izda. a dcha., el catedrático Carlos Buxadé, el escultor Venancio Blanco, el escritor François Zumbiehl y el pintor Diego Ramos.. Fotografía: Pachi Calleja.

De izda. a dcha., el catedrático Carlos Buxadé, el escultor Venancio Blanco, el escritor François Zumbiehl y el pintor Diego Ramos.. Fotografía: Pachi Calleja.

La última sesión de las IX Jornadas sobre el Ganado de Lidia estuvo protagonizada por el pintor Diego Ramos, el escritor François Zumbiehl y el escultor Venancio Blanco.

La Sala de Grados de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) se impregnó ayer con la última mesa redonda de las IX Jornadas sobre el Ganado de Lidia, que estuvo moderada por el catedrático Carlos Buxadé y protagonizada por el pintor Diego Ramos, el escritor François Zumbiehl y el escultor Venancio Blanco, quien resumió la sesión con una sola frase: “En toda obra de arte, como en el toreo, descubres la personalidad del artista, su sello personal”.

El veterano artista esculpió con sus palabras toda una lección sobre la Tauromaquia como elemento cultural, estableciendo un incontestable paralelismo entre el toreo y el proceso creador. “El torero con arte nace para torear, pero tiene que aprender el oficio. La obra de arte es una situación mental que necesita de la materia y del oficio para conectar con los sentidos. La armonía de una obra de arte, cuando está bien realizada, bien compuesta, mueve tu sensibilidad y prende en tus sentimientos. En toda obra de arte, como en el toreo, descubres la personalidad del artista, su sello personal”.

Este afamado salmantino profundizó sobre la belleza del arte del toreo. “La grandeza del toreo la dibuja un gran torero cuando le sorprende un toro difícil. En ese encuentro surge la belleza: el torero modifica la materia, como el escultor amasa el barro y funde en bronce su faena. El toro juega con su bravura, el torero con su ilusión y su oficio. El artista que sueña con la obra de arte tiene que conocer muy bien la materia en que dibujar su sueño, su ilusión, y transformarla desde el oficio en esa obra”.

Blanco, de reconocido prestigio tras 91 años de vida, definió por último sus famosos toros tristes. “El toro triste nace para justificar la casta, la bravura y la nobleza del toro bravo, y también para premiar la ilusión de tantos ganaderos, que con esfuer­zo logran mantener sus ganaderías como complemento de la belleza de la naturaleza”.

Toreo y literatura

François Zumbiehl, por su parte, se refirió a la influencia del toreo en la literatura. “Si bien es verdad que los toros están presentes en la poesía, el teatro y la novela casi desde el nacimiento de los juegos taurinos, no es improcedente afirmar que se convierten en un auténtico tema literario por obra y gracia de los románticos franceses”.

Para este escritor francés, la riqueza y la valía de las obras literarias inspiradas por las figuras de Joselitoy Belmonte son la mejor prueba del impacto internacional producido por esta nueva y auténtica expresión artística. “Sólo cabe observar que en 1926 se publican conjuntamente “The sun also rises (Fiesta)”,de Hemingway, “El torero Caracho”,de Ramón Gómez de la Serna, indirecta evocación de Joselitoy de su inesperada muerte, “Los Bestiarios”,de Henry de Montherlant, novela mag­níficamente traducida al castellano por el gran poeta Pedro Salinas, y “Virgin Spain”del americano Waldo Frank, relato documental de un viaje y poema en prosa a la vez que incluye un muy sugerente homenaje a Belmonte. Y como es de sobra conocido la Generación del 27, siguiendo la onda de aquella revolución estética del toreo, va a tomar el relevo y dejarnos unos inmortales textos dedicados a la Tauromaquia”.

Gusto y cultura

Y de Tauromaquia está casi completamente impregnada la obra pictórica de Diego Ramos, quien dibujó casi en verso los puntos comunes del arte del toreo con otras disciplinas artísticas. “El pintor, como un torero o como un director de cine o también un violinista, exprime su energía, su conocimiento y su espíritu en lo que hace. Existen toreros figuras, lo mismo que pintores, músicos, actores, poetas, escultores… Es curioso como la tauromaquia se ali­menta y se parece a las otras artes, negarlo me resulta un desacierto absoluto”

Por último, el reconocido pintor colombiano, aseguró que el gusto y la cultura del público desempeñan un papel determinante a la hora de entender la Tauromaquia como otra expresión artística. “Aunque siempre sensible, no es igual el de Zacatecas, Mont de Marsan o El Puerto de Santa María. Del mismo modo que un joven de Frankfurt o de Nueva York disfruta una abstracción de diferente manera que un cordobés, un chino o un panameño. Ese criterio público nos puede llegar a hacer universales y válidos, pero también débiles, desconocidos y olvidados. Cuanta más cultura, más exigencia en tus criterios y gustos. De igual modo, la Tauromaquia atesora valores difíciles de asimilar para cualquier persona no documentada y lo mismo sucede con la prosa, la lírica, la geome­tría o la arquitectura”.

This entry was posted in Actualidad and tagged , , , , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.