Sufrió un leve accidente de circulación cuando se dirigía a esta localidad francesa
Tras la histórica tarde del 6 de julio en Pamplona, Pablo Hermoso de Mendoza regresó a los ruedos y lo hizo en la plaza francesa de Méjanes, de la que salió a hombros tras cortar tres orejas.
En tal escenario, el caballero navarro alternó con Ginés Cartagena hijo, que dio una vuelta al ruedo, Sergio Galán, que cortó una oreja, y Diego Ventura, que logró cuatro orejas y dos rabos y ganó así el preciado Rejón de Oro. El hijo del famoso Cartagena se presentó en público y lidió a la portuguesa un novillo de Carmen Lorenzo. Los otros tres rejoneadores se enfrentaron a toros de Soto de la Fuente, de buen juego en general.
El festejo sirvió además para rendir homenaje a los llamados Jinetes del Apoteosis –los hermanos Peralta, Ángel y Rafael, Álvaro Domecq Romero y José Samuel Lupi-, célebres en la década de los años sesenta del pasado siglo. Todos ellos hicieron el paseíllo con los actuantes y recibieron una calidad ovación del público.
Hermoso de Mendoza consiguió las dos orejas del primero de su lote, tras una faena que comenzó con un inigualable Curro, que dejó medido y templado al toro. Después, en banderillas, su hermano Chenel ofreció otra lección de elegante toreo de costado. Cerró este tercio Ícaro, con su audaz toreo circular, montura que embistió en más de una ocasión al cuatreño. En el último tercio, al ritmo de “No te vayas de Navarra”, Pirata permitió a su dueño lucirse con las cortas, recrearse con adornos y terminar clavando un rejón letal en todo lo alto que provocó el delirio en los tendidos.
El segundo toro del estellés fue más noble y claro en la embestida, pero acabó defendiéndose y esperando a los caballos en el último tercio. Hermoso protagonizó el trasteo con Sármata, Silveti, Manolete y Pirata de nuevo. Fue otra faena de gran calidad. Sin embargo, antes de dejar el rejón definitivo, en su primer intento, clavó en una banderilla, por lo que el premio se redujo a una oreja.
Percance leve
Bastantes horas antes de este festejo, cuando el navarro y su equipo viajaban en una furgoneta camino de Méjanes, sufrieron un percance sin consecuencias que lamentar, por fortuna. A la una y media de la madrugada, el vehículo del navarro avanzaba por la A-64, a unos quinientos metros de un tráiler, también en dirección a Toulouse. De pronto, de la cabeza tractora del camión se desprendieron las ruedas gemelas derechas traseras, rodaron por la autopista e impactaron en la parte derecha de la furgoneta del rejoneador.
Afortunadamente, todo quedó en un susto, sin más consecuencias que algunos desperfectos de chapa de la furgoneta. Una vez tomados los datos, el viaje continuó con toda tranquilidad hasta Méjanes, donde toreó la tarde siguiente.