HERMOSO ARRANCA EN MÉXICO CON UN TRIUNFO GRANDE DE TRES OREJAS

Vuelta triunfal del caballero navarro.

Vuelta triunfal del caballero navarro.

En la plaza de Arandas, estado de Jalisco, toreó con dos caballos debutantes, ‘Vain’ y ‘Manizales’.

Ganado: Seis toros de Cerro Viejo, segundo y quinto para rejones, correctos de presentación y de buen juego en conjunto; el quinto fue premiado con arrastre lento.

Toreros: Fabián Barba (oreja y dos orejas), Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y oreja) y Diego Silveti (dos orejas y palmas).

Lugar y fecha: plaza La Tapatía, en Arandas, estado de Jalisco (México). 12 de enero.

Incidencias: Lleno. Los tres toreros salieron a hombros.

Pablo Hermoso de Mendoza comenzó el martes pasado con magnífico pie su decimosexta temporada mexicana, al conseguir un triunfo de tres orejas en la plaza jalisciense La Tapatía de Arandas. Bajo un lleno, en ella cuajó dos faenas de excelente manufactura, en las que ni el jinete ni los caballos acusaron un parón de casi tres meses sin torear en una plaza de toros. Respecto a su cuadra, el caballero navarro hizo debutar a dos caballos: a Manizales de salida y a Vain en el tercio final.

Al primero de su lote, llamado Tapatío, de 460 kilos, noble, pronto y suave, aunque se le acabó el gas muy pronto, lo llevó toreado con gran clase. Lo recibió con Forro, que llevó al astado embebido en su grupa En banderillas, Berlín dio una clase de toreo de costado y el bayo Ícaro ofreció otro recital de su arrogante toreo ante un toro que ya se había parado. En el último tercio, debutó Vain, un tordo de buena estampa que se vio fácil en las cortas y que permitió que su dueño sepultase el rejón de muerte. Así remató el navarro una faena de dos orejas, que le aseguraba la puerta grande.

El quinto del festejo, llamado Tesoro, de 470 kilos, fue un ejemplar enrazado que fue recibido por la debutante Manizales, una preciosa yegua torda que, con alegría y desenfado, paró a un astado que no era fácil. En banderillas, Disparate disfrutó toreando a dos pistas y con sus hermosinas montó un auténtico alboroto en los tendidos. La emoción de la faena continuó con Dalí, con sus temerarios cites y sus vistosas piruetas. En el tercio final, Icarito se mostró asentado en la rueda de cortas y se pegó un arrimón para que su dueño acertase de nuevo con el rejón letal; faena con ritmo, espectacular, merecedora de otras dos orejas; pero el puntillero levantó al toro, que tardó algo en doblar de nuevo; por ello, los ánimos se enfriaron algo y el premio se redujo a un trofeo, oreja de un toro que fue premiado, por su calidad, con el arrastre lento.

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