Natural de Acebo al cuarto novillo de Ganadería de Pincha, un utrero extraordinario.
El criador de bravo de Lodosa lidió dos excelentes utreros, el primero y el cuarto, que cerró plaza. Fotografías: Sacris y la del encierro de Frutos Molina.
Ganado: Cuatro utreros de Ganadería de Pincha, bien presentados y de juego dispar, con dos excelente condición, primero y cuarto, por su casta y clase.
Novilleros: Jaime González-Écija (silencio y silencio tras aviso) y Víctor Acebo (vuelta al ruedo y dos orejas).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Blanca (Murcia). 14 de agosto de 2022.
Incidencias: Casi lleno. Tarde calurosa. Segunda semifinal del Certamen Villa de Blanca. Saludaron en banderillas José David Lorente y Víctor del Pozo. Acebo salió a hombros y se clasificó para disputar la final de hoy, junto a Marcos Linares.
José Antonio Baigorri, como ganadero de bravo, volvió a sacar buena nota en la plaza murciana de Blanca, donde lidió cuatro utreros, dos de ellos de sobresaliente juego. Los novilleros, por fallar con los aceros, sólo les cortaron dos orejas, las dos del cuarto, para el que hubo petición de vuelta al ruedo.
Según el portal El Muletazo, el que abrió plaza recibió un fuerte castigo en varas. Pese a ello, tuvo calidad y se prestó al lucimiento en el último tercio. González-Écija lo cuajó en varias series bien rematadas, ambos pitones, no acertó con los aceros y perdió el premio de una oreja. Silencio del público.
El segundo de la tarde fue devuelto al lastimarse de los cuartos traseros y en su lugar salió un sobrero de Hnos. García Jiménez, de pobre presencia, lo que, según la misma fuente, enfadó al respetable y marcó el desarrollo de la faena. Acebo intentó sobreponerse a este ambiente enrarecido y logró sacar partido del novillo en una labor profesional y templada. Lo cuidó con oficio, intentando siempre llevar muy metido al animal en el engaño, administrando cada embestida. Mató con eficacia y le pidieron una oreja, premio que el palco no concedió, por lo que dio la vuelta al ruedo.
Para El Muletazo, al tercero le faltó entrega, aunque realmente lo que le faltó fue humillar más. Al parecer fue parándose y, según Cosasdeltoro.com, le costó embestir, por lo que la faena no pudo ser ligada. El novillero se esforzó por sacar todo el partido de este astado, bien colocado siempre y extrayendo muletazos de uno en uno por ambos pitones. Estuvo muy por encima y sacó los muletazos con mucho esfuerzo. Faena de mérito que de nuevo estropeó con la espada. Aviso y silencio.
Y salió el cuarto, el mejor, merecedor de la vuelta al ruedo. Acebo salió a por todas desde que cogió el capote. En el último tercio se encontró con un utrero magnífico, que derrochó nobleza y clase, que embistió haciendo el avión, que tuvo casta y calidad. El joven murciano de Torre Pacheco ilusionó a la afición local con una faena que, según El Muletazo, “dejó un gran sabor de boca y ganas de volver a verle”. Mató de una estocada y cobró las dos orejas del extraordinario novillo, para el que hubo petición de vuelta al ruedo.
Buen encierro
Los novillos navarros ya habían sido protagonistas en el encierro matinal, el tercero de las fiestas patronales de Blanca, celebradas en honor a San Roque. Ante seis mil espectadores, el encierro fue rápido y limpio. Los utreros de Lodosa galoparon hermanados. Salieron a las 10,20 y completaron el recorrido en cuatro minutos. De este modo, protagonizaron el encierro más rápido de los tres que se habían celebrado hasta ese momento. Fotografía: Frutos Molina.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX