Francisco Marco citando a un toro en un ruedo venezolano.
Cobró las dos orejas del toro que le cayó en suerte, un complicado ejemplar de Campolargo.
Ganado: Cinco toros de Juan Campolargo, el primero para rejones, de muy buen juego en conjunto –el cuarto fue indultado-, salvo los complicados tercero y quinto.
Toreros: El rejoneador Francisco Javier Rodríquez (vuelta) y los diestros Manuel Medina “El Rubi” (dos orejas y rabo), Francisco Marco (dos orejas), Gregorio Torres “Maravilla” (dos orejas y rabo simbólicos) y Leonardo de Maracay (oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros Enrico Finelli de Valle de la Pascua, estado de Hidalgo (Venezuela). 6 de febrero.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. El Rubi, Maravilla y el diestro navarro salieron a hombros.
El matador de toros navarro Francisco Marco rubricó el sábado pasado un triunfo redondo en la plaza venezolana de Valle de la Pascua, capital del municipio de Leonardo Infante, en el estado de Guárico, ciudad colonial que cuenta con unos 116.000 habitantes.
Hasta allí se desplazó el estellés para lidiar un único toro. Apostó fuerte y triunfó. Se lidiaron cinco toros de Juan Campolargo, reconocido criador de bravo que fundó su ganadería en 1978 al adquirir cuarenta vacas de Guayabita y dos sementales, uno colombiano de Las Mercedes y otro mexicano de Achury Viejo.
Al espada navarro le correspondió el tercero del festejo, el más complicado del encierro. De salida, se encontró con un astado incierto, parado en los medios. Pese a ello, Marco consiguió encelarlo en el capote y, seguidamente, lancearlo a pies juntos, rematando la tanda con una serpentina.
Ya con la muleta, lo saludó con los pies juntos, clavados en la arena, y le sido cinco pases sin rectificar el sitio. Continuó con la diestra. Para entonces, el torero ya había comprendido que el toro no iba a ser fácil por su embestida discontinua e irregular, con la cara alta, midiendo y saliendo suelto de la muleta con la intención de buscar refugio en tablas. La mala condición del toro hizo que le pegase una voltereta sin más consecuencias que el traje roto, un burdeos y oro. Continuó la faena por ambos pitones hasta que el toro se agotó. Terminó con un estoconazo en el hoyo de las agujas, que permitió la concesión del doble trofeo y la salida por la puerta grande junto con El Rubi y Maravilla.
Francisco Marco ha sumado ya 16 festejos en Venezuela, en los que ha cortado 36 orejas y un rabo –cuatro de ellas en dos festivales-, lo que da cuenta de lo bien que se le dan los ruedos venezolanos. De hecho, regresará a ese país, a la plaza de Achaguas, el próximo 24 de marzo; toreará en la feria en honor al Santo Nazareno, ciclo en el que ya triunfó en 2008, en una corrida de toros en la que consiguió las dos orejas del único ejemplar que lidió.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX