Bajo un pavimento mojado y resbaladizo, los novillos completaron el recorrido en algo más de cinco minutos.
Los novillos de la ganadería de Rocío de la Cámara protagonizaron ayer un encierrillo y encierro sin problemas y muy limpio. A pesar que desde las siete de la mañana caía sobre Peralta una lluvia que hacía presagiar un encierro por lo menos con mucho riesgo, en el encierrillo, la lluvia acompañaba a la manada que lo cubrió a paso lento pero continuo, sin apenas momentos de riesgo.
El pavimento estaba muy mojado y resbaladizo, pero no llegó a registrarse ningún percance en ningún tramo de la carrera. Algo más de 5 minutos duró el encierro ayer, tiempo que los corredores apuraron en el penúltimo encierro de este año.