Las vacas compradas a Marqués de Domecq en la finca El Ontanal de Lo
A finales del año pasado adquirió otras cuarenta eralas del mismo hierro gaditano
El ganadero lodosano José Antonio Baigorri acaba de comprar un lote de cuarenta vacas añojas y dos machos –un eral y un utrero- a Marqués Domecq, punta de ganado que se une a la que ya adquirió a finales del año pasado, formada por otras cuarenta eralas (vacas de dos años) y dos utreros, reses bravas que ya descansan, todas, en la finca El Ontanal de Lodosa.
“El principal motivo de esta última compra no ha sido otro que, tras haber visto en diversos tentaderos el buen resultado que han dado las eralas que adquirí el año pasado, aumentar y consolidar esta línea de bravo, propia de un encaste, el de Marqués de Domecq, que tiene buenas hechuras, bravura y también clase”, razonó el criador de bravo navarro.
Con esta nueva adquisición, Ganadería de Pincha, que así se llama la vacada del criador de Lodosa, pasa a componerse de cuatro líneas: Puerto de San Lorenzo, destinada exclusivamente a los festejos populares, de calle bajo el hierro El Tolco, Gerardo Ortega y Algarra-Jandilla, ambas de procedencia Juan Pedro Domecq, y la nueva de Marqués de Domecq, de la que ya posee ochenta hembras y cuatro machos, destinada, como las dos anteriores, a la lidia en plazas de toros.
El ocaso de un mítico hierro
Desde finales del año pasado, Fernando Domecq López de Carrizosa, titular de la célebre vacada Ganadería Marqués de Domecq, comenzó a poner en venta parte de su ganadería. Cuatreños y utreros se lidiarán este año con total normalidad, aunque tal vez sea esta temporada la última en la que aparezca anunciado en los carteles este hierro.
Con la llegada de la primavera, ya ha vendido casi todas las hembras. Tres han sido los compradores principales: José Antonio Baigorri, Ángel Teruel, que adquirió también un lote de cuarenta eralas y, sobre todo, el joven ganadero valenciano Daniel Ramos, que se ha hecho con casi todas las cabezas que aún quedaban en la vacada jerezana. En total, Ramos se llevó setenta vacas, cincuenta añojos, tres sementales y cuatro cabestros, que ha añadido a las 35 vacas y un semental de Martelilla y a las quince de Daniel Ruiz, que ya tenía en su finca valenciana.
Los toros y los utreros de saca de Marqués de Domecq han sido adquiridos por distintas empresas para que se lidien en diversas plazas de toros, y sólo han quedado en la finca gaditana un reducido lote de vacas, unas treinta y veinte añojas, para “disfrute personal, además del hierro”, reconoció recientemente Fernando Domecq.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX