El navarro Roberto Armendáriz sigue acumulando en su inicio de temporada.
Hizo debutar a dos monturas, las de ‘Delirio’, de salida, y ‘Trasnochador’, en el último tercio
En el que fue su tercer paseíllo de la temporada, Roberto Armendáriz logró cortar el lunes pasado una oreja en la plaza madrileña de Talamanca del Jarama, donde toreó mano a mano con Noelia Mota, que desorejó al segundo del festejo.
Se lidiaron tres utreros de Herederos de Justo Leiro de Lema y uno, el primero de Martín Pérez Tabernero.
A este ejemplar, que abrió plaza y que resultó colaborador, fue bueno, el caballero de Noain lo recibió sobre Delirio, un caballo negro, de seis años, marcado con el hierro de Ortigao Costa, que toreó por primera vez en festejo oficial de rejones. Esta nueva montura, que paró bien al utrero, dio paso en banderillas al clasicismo de Ranchero y a las espectaculares piruetas de Zamorino. En el último tercio, optó por la veteranía y transmisión de Polvorilla, caballo con el que mató de un rejón. El toro tardó en doblar y el jinete navarro acertó al primer golpe de descabello. Justa oreja.
El tercero del festejo tuvo mucha peor condición; fue un manso que se dedicó a defenderse, a esperar e intentar sorprender con bruscos arreones. Tras una efectiva labor sobre Linchú, las precisas batidas de Prometido y de Curioso elevaron el buen tono de la faena. Para el tercio final, Armendáriz decidió que debutase otro caballo, el tordo Trasnochador, de cinco años y marcado con el hierro de Hermoso de Mendoza. Con él, acertó con el segundo rejón letal. El público, consciente del esfuerzo realizado por el navarro ante el mal utrero, le recompensó con una cálida ovación.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX