UNA MUY BUENA NOVILLADA DE PINCHA CERRÓ LA FERIA DE ALDEANUEVA

Los erales de José Antonio Baigorri embistieron con clase, nobleza y fijeza.

El mal uso de los aceros por parte de las dos novilleras provocó que no se cortase ningún trofeo. Reportaje fotográfico.

Ganado: Cuatro erales de Ganadería de Pincha, bien presentados y de muy buen juego; destacaron el cuarto y, sobre todo, el tercero, que mereció la vuelta al ruedo.

Novilleras: Estrella Magán (silencio tras aviso en ambos) y Olga Casado (silencio tras dos avisos y saludos tras aviso).

Lugar y fecha: Plaza de toros de Aldeanueva de Ebro (La Rioja). 27 de agosto de 2023.

Incidencias: Casi lleno. Cuarta y última de la feria. Veintitrés grados de diferencia entre este festejo y el que abrió el ciclo taurino.

Finalizó el domingo la feria de novilladas de Aldeanueva de Ebro con 23° menos de temperatura de cuando empezó el pasado jueves. También lo hizo con la lidia de un excelente novillo de Ganadería de Pincha, que destacó y marcó las diferencias entre el buen aire que tuvieron en conjunto los erales del ganadero de Lodosa.

Ese gran novillo fue el lidiado en tercer lugar, dicho sea con permiso del cuarto, y aunó fijeza, exigencia, movilidad, galope, repetición, son, ritmo, transmisión, humillación y recorrido. También durabilidad y marcó querencia por los medios. Un excelente novillo.

Y claro, ante tales virtudes, no era empresa fácil ponerse delante de aquella máquina que nunca dejó de embestir. Desbordó un tanto el de Pincha a Estrella Magán. Fue una faena larga, sin mucho gobierno y casi siempre a merced del eral. Pero insisto, no era nada fácil estar a la altura de aquel gran novillo, que, por cierto, tan solo fue premiado con unos pocos aplausos cuando se lo llevaban las mulillas. La vuelta al ruedo en el arrastre hubiera sido lo justo.

Para entonces, los dos novillos de Pincha lidiados con anterioridad habían ofrecido no pocas opciones para el triunfo. La mayor virtud de Estrella Magán en su primero estuvo en todo lo que bajó las telas y sometió a su enemigo. Faltó, eso sí, reunión y ajuste. Aquella manera de imponerse sirvió para limar el incómodo cabeceo en los finales de las embestidas del novillo de Pincha. El final del trasteo resultó tropezado. Magán tardó en acertar con la espada.

Si a Olga Casado se le notó la lógica falta de experiencia, también atisbó no pocas virtudes para abrirse paso el día de mañana en la difícil profesión del toreo. Desde su primer y ajustado quite por gaoneras. Unos toreros doblones por bajo a modo de inicio y pronto la muleta en la mano izquierda. Ofrecía Casado siempre el medio pecho en los cites para pasárselos muy cerca. También para aguantar parones sin rectificar la colocación. Valor sereno y buen concepto es lo que ha de pedírsele a cualquiera que quiera ser torero. Olga Casado tiene de lo uno y de lo otro. Lo que peor hizo (y lo hizo muy mal) fue descabellar.

De gran calidad fue el cuarto novillo. Más parado y de inicios más bruscos quizás. El de Ganadería de Pincha fue alargando los viajes, siguiendo con fijeza la muleta de Casado, repitiendo esas buenas embestidas y siempre yendo a más.
Volvió a cimentar su obra Casado en la mano izquierda. También con aquella buena colocación y aquel buen trazo. En redondo también llegaron momentos importantes. Una serie de rodillas corroboró dominio e impostura. Volvió a fallar con los aceros. Cuestión de práctica. Los mimbres ahí están.

Información de Javier Cámara, publicada en nuevecuatrouno.com

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