Vistosa chicuelina del novillero francés al segundo utrero de la tarde.
La nobleza y clase de los utreros navarros permitió el triunfo grande del jiennense Gómez Valenzuela. Reportaje fotográfico.
Una buena novillada picada puso ayer el punto final a la Feria de Lodosa, un ciclo breve e intenso que ha dejado alto el pabellón del ganadero local, de José Antonio Baigorri. Se lidiaron ayer cuatro utreros de Ganadería de Pincha, bien presentados, con mucha clase aunque faltos de un punto más de fuerza.
Los lidiaron Gómez Valenzuela y Clemente Jaune, quienes dejaron buena imagen con sus respectivos estilos. Actuó de sobresaliente el novillero pamplonés Francisco Expósito, que no tuvo oportunidad de lucirse.
El jiennense Gómez Valenzuela, de Pegalajar, fue ovacionado tras matar al que abrió plaza y le cortó las dos orejas al magnífico tercero. Por su parte, el novillero francés consiguió una oreja de su primero, pero la falta de acierto con el estoque provocó que el público guardase silencio cuando dobló el que cerró plaza y feria.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX