TARDE DE SUSTITUCIONES EN EL CIERRE LA FERIA DE SANTA ANA DE TUDELA

Joselillo cobró las dos orejas del cuarto de la tarde.

El encierro de Tomás Prieto de la Cal, bien presentado, tuvo un comportamiento noble. Fotografías: Jesús Caso.

Ganado: seis toros de Tomás Prieto de la Cal, bien presentados, varios ovacionados de salida. Cumplieron en el caballo, sufrieron malas lidias y se comportaron de forma noble aunque con poca acometividad. Fueron ovacionados al arrastre el primero, el cuarto y el quinto.

Toreros: José Miguel Pérez ‘Joselillo’ (oreja y dos orejas), Yannis Djenibla ‘El Adoureño’ (silencio y pitos) y David Cadavid (silencio y palmas).

Presidencia: A cargo de Luis Arrondo, asesorado por Curro Lamana y por el veterinario Juan Ramón Yunta, cumplió con criterio su cometido.

Incidencias: Más de 500 espectadores. Tarde agradable. Último festejo de la feria. Todos los matadores titulares (Jesuli de Torrecera, Esaú Fernández y Javier Herrero) se cayeron del cartel mediante parte facultativo.

Se anunciaron tres toreros, que se cayeron por la mañana con otros tantos partes médicos firmados a cientos de kilómetros. Los sustituyeron deprisa y corriendo otros tres matadores de fortuna que bastante hicieron presentándose en el paseíllo, alguno incluso con cuadrillas incompletas.

En los carteles se anunciaba también la corrida de Prieto de la Cal, que los mentideros vendían como terrible y que luego, estando bien presentada, no se comió a nadie.

La ruina de taquillas, llevó a la ruina en los tendidos y la imagen ruinosa que dejó la plaza, no se la merecen ni los aficionados ni las tudelanas y tudelanos ni sus fiestas. Vamos, que bajo un contexto desolador se celebró la última corrida de abono de la feria 2023.

Un torero quijotesco que se anuncia como Joselillo, se tomó muy en serio su profesión y se hizo presente en la plaza para recibir al primer toro de La Ruiza. El animal que atendía por Aguardentero tomó dos aplaudidos puyazos, recibió un buen par de Venturita y cuando Joselillo le presentó la muleta comenzó a perder recorrido. El pucelano no se cortó y le robó hasta la última embestida. Una estocada tendida de rápido efecto le sirvió para cortar una oreja.

El cuarto, un Almonteño ovacionado de salida, cobró una vara y media y Joselillo se lo sacó a los medios. Toda la fuerza que fue perdiendo el toro la fue ganando Joselillo, venido arriba bajo los sones de la estupenda banda de Tudela. Le cortó las dos orejas.

El Adoureño se asustó desde el recibo a su segundo y ya no salió de ese estado en toda la tarde. Pegó un mitin con los aceros digno de un sin caballos.

Y David Cadavid, que el año pasado por estas fechas era novillero en Tudela, se apuntó al tren de matar la de Prieto de la Cal y pudo sumar un festejo más para su currículum y casi un trofeo por sus ganas.

En resumen, la feria presentó parte facultativo pero por agotamiento en su gestión.

Información de Pascal Lizarraga, publicada en Diario de Navarra.

 

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