RESUMEN DE LA TEMPORADA TAURINA EN NAVARRA. FESTEJOS Y PLAZAS

La Feria del Toro de Pamplona arrojó, como siempre, unos estupendos resultados económicos.

Pese a la recesión económica, se registró un índice de asistencia de 5.561 personas por festejos, la cifra más alta de los últimos seis años.

La temporada taurina de Navarra terminó el pasado 29 de septiembre en la centenaria plaza de Corella, como viene siendo costumbre. Desde su inicio, en Fitero, allá por el mes de marzo, se han celebrado un total de 49 festejos con muerte de astados, cinco menos que el año pasado, debido al momento económico que se sufre.

Pese a ello, se trata de una cifra que refleja que la afición al toro bravo sigue muy viva. Y sirva como ejemplo también otro dato. A esos 49 festejos acudieron, aproximadamente, un total de 272.500 espectadores, la media más alta de asistencia de los últimos seis años; cifra que refleja la influencia de este sector cultural en una comunidad autónoma como la navarra, que cuenta con 630.000 habitantes.

En todos estos espectáculos taurinos se cortaron 129 orejas y cuatro rabos: tres de ellos en Estella y por dos toreros navarros –dos para Francisco Marco y el otro para Pablo Hermoso de Mendoza-, y el cuarto en Olite, por el becerrista Eugenio Martín “El Mani”.

Respecto a los escenarios, fueron trece las poblaciones navarras que ofrecieron festejos taurinos, una menos que en 2010. Concretamente, Pamplona, Tudela, Estella, Tafalla, Sangüesa, Corella, Fitero, Cintruénigo, Cascante, Peralta, Lodosa, Olite y San Adrián. Mendavia, por sexto año consecutivo, no pudo organizar un festejo por absurdos trámites burocráticos impuestos por la Administración. Andosilla, que el año pasado ofreció dos festejos, en éste no programó ninguno. Por otro lado, Tudela, Fitero y San Adrián ofrecieron un festejo menos.

Reducción de la oferta

Los abonos de las ocho primeras localidades citadas contaron con corridas de toros, hasta un total de veintiuna, el mismo número que el año pasado, ya que la que perdió la capital ribera la ganó Cintruénigo, que recuperó sus tradicionales corridas de toros. Del total, dos –en la plaza cirbonera y en la estellesa- tuvieron carácter mixto. Estas corridas de toros permitieron hacer el paseíllo a 41 toreros de alternativa, que se repartieron 59 orejas y 2 rabos.

En el terreno de las novilladas picadas, se celebraron once, el mismo número que el año pasado. En esta clase de festejos, intervinieron 26 novilleros –uno menos que en 2010 y seis más que en 2009-, que cortaron sólo 14 orejas Ninguno de los novilleros con los del castoreño logró pasear rabo alguno y sólo cuatro –tres en Lodosa y uno en Peralta- consiguieron salir a hombros.

En lo referente a la tercera categoría del toreo a pie, se celebraron ocho novilladas sin caballos, cuatro menos que el año pasado. Sólo San Adrián, Olite y Cintruénigo las celebraron. Participaron 15 aspirantes -11 menos que en 2010-, que lograron cortar 18 orejas y un rabo.

Salvo en Corella, Fitero y San Adrián, en todas las localidades citadas anteriormente se pudo disfrutar del toreo a caballo. Fueron ocho los festejos de rejones, a los que hay que añadir esas dos corridas de toros mixtas, en Cintruénigo y Estella. En conjunto, permitieron la actuación de doce caballeros y el corte de 33 orejas y un rabo.

Por último, en Cascante se celebró también, y con éxito, un festival taurino. En Pamplona, por una incomprensible decisión, tan absurda como ridícula, los dos festejos matinales de San Fermín volvieron a celebrarse sin muerte de astados; es decir, perdieron el carácter de festival y se convirtieron en una especie de tentadero o clase práctica, indigna del programa taurino de San Fermín.

De este modo, en esos 49 festejos, intervinieron un total de 116 toreros, que lograron 129 orejas y cuatro rabos.

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