El hombre, que corrió el encierro al inicio de la calle Mayor, le golpeó con un objeto punzante atado a una vara.
Al final del encierro de ayer había un enfado monumental en la presidencia de la plaza de toros. Y no tanto por lo dilatado de la carrera, que se prolongó más de diez minutos desde los corrales de Ruiz de Alda hasta el coso taurino; lo que molestó y mucho fueron las noticias que traían los pastores: uno de los participantes había herido en la parte trasera a una vaquilla. Para hacerlo se valió de una vara coronada con un objeto punzante, posiblemente un clavo. “Y no era un chaval, que tampoco tendría excusa. Pero a un tío de entre 30 y 35 años se le supone más cabeza”, comentaban los pastores.
Fue poco después del encierro de las nueve, cuando la manada con los ocho astados y sin mansos dejaba atrás Ruiz de Alda y Zapatería. A la altura del inicio de calle Mayor con Sancho Ramírez, los pastores vieron a un hombre vestido de blanco y rojo que propinaba un varazo al animal que cerraba el grupo. Y de los cuartos traseros de la vaquilla comenzaba a manar sangre. “Hemos intentado localizarlo pero se nos ha escurrido. También, a la policía”, se lamentaba un pastor. El acto de esta persona se tipificaba como una infracción de la normativa del reglamento taurino por maltrato de animal. Y según el daño causado, se puede tipificar hasta como delito lo que conlleva la celebración de un juicio.
Información de M. M. para Diario de Navarra.