El caballero navarro, en su cuarta actuación en México, consiguió su cuarta puerta grande. Reportaje fotográfico.
Ganado: Seis toros de Rancho Seco, desiguales de presentación y de juego.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (ovación y dos orejas), Isaac Fonseca (ovación tras aviso y oreja tras aviso) y José Alberto Ortega (ovación tras aviso y silencio tras dos avisos).
Lugar y fecha: Plaza de toros Jorge Aguilar ‘El Ranchero’, en Tlaxcala. 9 de noviembre de 2024.
Incidencias: Lleno. Tercer festejo de la feria. Ortega reapareció tras el grave percance que sufrió en esa misma plaza. El caballero navarro salió a hombros en solitario.
Pablo Hermoso de Mendoza se despidió por todo lo alto de la plaza de toros de Tlaxcala tras desorejar al cuarto ejemplar de Rancho Seco. Un trofeo paseó Isaac Fonseca, en una seria tarde en la que Alberto Ortega volvió al mismo coso en el que sufrió un gravísimo percance el pasado mes de febrero.
Abrió el festejo un astado de Rancho Seco que tuvo celo en los primeros compases de la faena y con el que el caballero navarro mostró su dominio en una exhibición de doma. El rejón de muerte le privó de cortar oreja. Ovación.
El cuarto fue más costoso y distraído. El rejoneador estellés estuvo entregado y puso todo lo que le faltó a su oponente. Clavó con solvencia, pero los pares con las cortas tuvieron mayor vibración en los tendidos. Tras un rejonazo efectivo, paseó las dos orejas.
Isaac Fonseca se encontró con un primer oponente que fue a menos en la muleta. El torero mexicano toreó con relajo, especialmente al natural. El uso de los aceros hizo que perdiera un posible premio. Palmas tras aviso.
En el quinto salió a por todas con un emocionante inicio en los medios de rodillas. El toro tuvo peligro y se quedaba corto, pero el diestro tiró de valor y le tragó mucho por ambos pitones. Tras una estocada, que precisó de un golpe de verduguillo, cortó una oreja.
Menos suerte corrió con su lote Alberto Ortega, un par de toros que le dio pocas opciones de triunfo. A su primero le faltó fondo en el último tercio, donde no pudo pasar de voluntarioso. Palmas tras aviso.
El sexto tampoco tuvo mucho brío y careció de raza. El mexicano estuvo entregado, pero de nuevo falló con la espada. Silencio tras dos avisos.