Illumbe despidió al caballero navarro con un Agur Jaunak interpretado por el Orfeón Donostiarra.
La fiesta concluyó con la interpretación del ‘Agur Jaunak’ por parte del Orfeón Donostiarra, que por primera vez intervenía en una corrida de toros. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Dos toros para rejones, primero de Carmen Lorenzo, distraído, y cuarto de El Capea, noble, dos de Juan Pedro Domecq, segundo y quinto, deslucidos, y dos novillos de Núñez del Cuvillo, tercero y sexto; en resumen, bien presentados y de pocas opciones en su conjunto; destacaron el cuarto y el sexto.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y oreja), Morante de la Puebla (saludos en ambos) y Marco Pérez (saludos y oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros Illumbe, en San Sebastián (Guipúzcoa). 15 de agosto de 2024.
Incidencias: Más de media plaza. Tarde calurosa. Primer festejo de la Semana Grande.
Treinta paseíllos ha realizado Pablo Hermoso de Mendoza en el coso de Illumbe, una plaza que ni siquiera tiene esa edad y donde Pablo desde su inauguración ha sido santo y seña actuando algunos años hasta en tres ocasiones.
Con más de media plaza y un calor pegajoso, comenzó la Semana Grande de San Sebastián. La primera ovación fue para el orfeón donostiarra que homenajeó a Pablo Hermoso de Mendoza con la melodía Festara, tradicional en estas fiestas. Recibió el rejoneador navarro el homenaje en el ruedo junto a sus compañeros de cartel. El primero, con el hierro de Carmen Lorenzo, soso y distraído, impidió el lucimiento del estellés, que dejó una excelente doma como es habitual pero a la actuación le faltó emoción. Mató de un rejón de muerte y tres descabellos.
La primera oreja de la tarde fue a parar a manos de Pablo Hermoso de Mendoza. Fue un trofeo muy trabajado y merecido ante un noble y repetidor murube de El Capea. Clavó con presteza y en todo lo alto el rejoneador navarra, destacando en banderillas con un gran Berlín. Un rejón de muerte bastó para rematar la obra con la que decía adiós a Illumbe. Emocionante resultó la despedida con el Orfeón donostiarra interpretando el Agur Jaunak, el mayor canto de respeto y bienvenida que se puede tributar, con Pablo Hermoso de Mendoza en el centro del ruedo y el público en pie.
Por último, Morante de la Puebla tuvo un lote poco propicio y sin opciones, y a Marco Pérez sólo el fallo con los aceros le impidió salir a hombros.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX