
Hermoso saldó su primera actuación europea de esta temporada con el corte de cinco orejas, dos de ellas en collera, y un rabo.
El caballero navarro toreó en Jerez mano a mano con Fermín Bohórquez y ambos salieron a hombros.
Ganado: Siete toros de Fermín Bohórquez, el sobrero, séptimo, en collera, correctos de presentación –alguno terciado-, nobles y colaboradores aunque no sobrados de fuerza; el sexto, llamado Opinador, negro, número 18, de 515 kilos, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Rejoneadores: Fermín Bohórquez (dos orejas, oreja y oreja con petición de la segunda) y Pablo Hermoso de Mendoza (oreja, silencio y dos orejas y rabo). En collera, ante el séptimo, dos orejas.
Incidencias: Plaza de toros de Jerez de la Frontera (Cádiz). Media plaza. Primera de la Feria del Caballo. El jerezano Bohórquez se despidió de la plaza de su ciudad natal y brindó su segundo al estellés. El caballero navarro inició su temporada europea. Los dos rejoneadores salieron a hombros y fueron llevados en un carro de caballos hasta el hotel.
Tras su temporada americana, Pablo Hermoso de Mendoza inició ayer su campaña europea y lo hizo con magnífico pie, ya que saldó su actuación con el corte de tres orejas y un rabo, y otras dos más formando collera con Bohórquez.
La faena grande la realizó frente al sexto, Opinador, un ejemplar negro, de 515 kilos, que derrochó nobleza y codicia. El momento álgido de la gran faena lo realizó con Disparate, con el que pudo lucirse ejecutando en tres ocasiones la vibrante hermosina, vistosa suerte que puso al público en pie. En el tercio final, tras las cortas –blancas y rojas-, terminó en los medios con un rejonazo del que rodó el toro sin puntilla. Vuelta al ruedo al estupendo ejemplar de Bohórquez y máximos trofeos para el navarro. Y con ellos dio la vuelta al ruedo junto al mayoral de la ganadería.
El jinete estellés consiguió otro trofeo del primero de su lote, ante el que destacó con su toreo de cercanías, cara a cara siempre con el toro. En el último tercio, Pirata se comió prácticamente al toro y permitió que su dueño terminase con un rejón letal al segundo intento.
Sin embargo, frente al segundo de su lote, al que le costó mantenerse en pie, sólo pudo realizar un trasteo de tiento y mimo. El maestro terminó con un par de cortas a dos manos, un rejón trasero y dos descabellos, lo que obligó al público a guardar silencio.
Al séptimo lo lidiaron en collera los dos rejoneadores, una práctica a la que había renunciado Hermoso desde muchos años atrás. Los jinetes se lucieron en banderillas –el navarro con Berlín– en una dinámica lidia y ante un toro algo parado. La media docena de cortas puso la plaza al rojo vivo. A la hora de matar, Bohórquez pinchó y, seguidamente, Hermoso terminó con un rejonazo. Dos orejas más que prologaron una apoteósica salida a hombros.