El toreo con ‘Arsenio’ conectó con rapidez con los tendidos.
Toreó mano a mano con Cuauhtémoc Ayala en el lienzo charro de Xmatkuil. Imágenes, pablohermoso.net
Ganado: Tres toros de Marrón y uno, el cuarto, de San Judas Tadeo; el segundo, el mejor.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y oreja) y Cuauhtémoc Ayala (ovación y vuelta al ruedo).
Fecha y lugar: Lienzo charro de la Feria Yucatán de Xmatkuil. 16 de noviembre.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Noche fría. Gala del Rejoneo. El caballero navarro se presentó en la principal feria del sureste de México.
Pablo Hermoso de Mendoza comenzó su campaña mexicana con un buen toro de Marrón, al que le realizó una faena muy completa, aprovechando su buen galope y su codicia en la embestida. Lo pudo llevar toreado con la bandera montando a Jíbaro de salida y luego con el temple de Janucá dibujó muy toreros pasajes en banderillas. Fue con Donatelli con quien más llegó a los tendidos, primero en la preparación de las suertes y luego cuarteando perfectamente en la cara para salir con piruetas. El cierre vino con tres banderillas cortas montando a Esencial, todo ello antes de fallar repetidas veces con el rejón de muerte y emborronar así una faena que hubiera sido de triunfo.
El triunfo en forma de oreja llegó en su segundo toro, un astado más áspero, pero que también tuvo movilidad y dio juego a los caballos. Manizales fue quien tuvo que lidiar con sus querencias y galopes sueltos iniciales. Con paciencia y tirando de esa experiencia que la yegua atesora, el toro fue interesándose cada vez por embestir y quedó bueno para que Ilusión dibujase los pasajes más toreros de la noche, luciendo en los galopes templados, llevando al toro muy medido y muy metido en su cuerpo y aguantando los derrotes que de vez en cuando lanzaba. Tras la buena labor de Ilusión, Pablo sacó a Arsenio y la belleza en la reunión de este caballo enseguida cuajó en los tendidos. Dos banderillas atacando desde las tablas fueron el colofón perfecto a este tercio, y la comunión y conexión con el tendido llegaría definitivamente con las piruetas en la cara del astado. Continuó la fiesta en el tendido con la rueda de cortas, colocadas al estribo de Corsario y prolongadas con una rosa perfecta de ejecución y colocación. De no haber sido por el pinchazo inicial y porque el puntillero levantó al toro al primer intento, la noche se hubiese cerrado con la primera puerta grande de la gira, pero al final se quedó en la primera oreja del ciclo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX