Han llegado a Pamplona a primera hora de la mañana. Y a mediodía ya estaban asentados, cómodos, en un corral del Gas. Como si estuviesen en su segunda casa. De vez en cuando, rompían su quietud, con un paseíto por el corral. No comían ni bebían, sólo parecía que esperaban. ¿A qué? Posiblemente, a incrementar los triunfos de esta vacada en la Feria del Toro. ¡Vaya usted a saber! Sus imágenes son las siguientes: