Los toros de Zahariche resultaron completamente inservibles para el toreo moderno
Para unos, la corrida de Miura lidiada el miércoles en Valencia respondió a lo que se esperaba de ella, estuvo en miura. Para otros, aunque bien presentada, resultó imposible, inservible para el toreo moderno, sobre todo en su segunda mitad. Bajo una plaza casi llena en la mitad de su aforo, la lidiaron Rafaelillo (silencio y saludos), Fernando Robleño (saludos tras aviso y silencio tras dos avisos) y Javier Castaño (silencio en ambos). Saludaron montera en mano los subalternos David Adalid y Fernando Sánchez, por su labor frente al tercero y al sexto, respectivamente.