MILAGRO MODIFICA EL RECORRIDO DEL ENCIERRO Y DIVIDE EL TRAZADO

Javier Puente, concejal de Festejos de Milagro, en el vallado que cerrará el recorrido. Fotografía: Enrique Pejenaute.

Javier Puente, concejal de Festejos de Milagro, en el vallado que cerrará el recorrido. Fotografía: Enrique Pejenaute.

La medida no ha sentado bien a los vecinos de la calle Arrabal, por la que no pasarán las vacas.

La novedad más destacable de las fiestas de la Juventud de Milagro es el hecho de que el recorrido de las vaquillas quedará reducido a dos calles, ya que este año en el encierro de mediodía y en el vespertino no pasará por la calle Arrabal. Por su parte, el encierro de las 9 horas sí que completará todo el recorrido habitual -calles Mayor, Dos de Agosto y Arrabal- y, tras una primera pasada, unas puertas metálicas cerrarán el paso a las reses.

“Se va a probar a cerrar esa calle, y el resto del recorrido vamos a partirlo en dos con unas puertas y vamos a soltar una res por recorrido, separadas”, indicó Javier Puente, concejal de Festejos. “Antes se soltaban dos reses juntas para todo el trayecto, así que a ver cómo resulta el hecho de que las vacas tengan menos espacio para correr”, añadió Puente, que dijo que espera que esta medida haga más entretenidos los encierros.

“Así las vacas no se van a hermanar, y a ver si dan más juego y el festejo resulta más entretenido, pero hay que reseñar que es una prueba”, manifestó el concejal. “Si sale bien, se podría seguir haciendo en las mañanas de las fiestas patronales y, si no es así, no habrá problema en retomar el recorrido de siempre”, añadió.

Descontento vecinal

La medida adoptada, aunque tiene carácter provisional, a muchos de los vecinos de la mencionada calle Arrabal les ha provocado descontento porque no entienden la modificación.

Los vecinos se quejaron de que en la calle hay varias peñas que, al igual que los residentes, han hecho un gasto en la renovación y adquisición de burladeros y nadie les avisó de que se iba a tomar esta decisión en el momento en el que solicitaron los permisos para instalarlos.

“Nos citaron en una reunión pero fue para decirnos lo que se iba a hacer. No pudimos ni opinar ni votar. Después expusimos otras opciones, como dividir el recorrido, pero nunca dejar una zona sin vacas”, indican los vecinos, que se sienten “indignados”.

“Recogimos firmas en contra de la medida, las entregamos y todavía estamos esperando la respuesta”, añadió.

Información de Enrique Pejenaute para Diario de Navarra.

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