Panorámica del desconcierto vivido, sufrido en la calle Estafeta.
Dos astados, un colorado y un castaño, han recorrido la calle Estafeta en sentido contrario y han provocado el pánico. (Imágenes: Enfoque Taurino).
Cinco minutos y cuarenta y seis segundos ha durado el segundo encierro de las fiestas de San Fermín, una carrera peligrosa y muy complicada protagonizada por los toros de Cebada Gago que regresaban tras tres años de ausencia en las calles pamplonesas.
La manada, que ha recorrido prácticamente junta la cuesta de Santo Domingo, ha dejado la primera de las cinco cornadas en esta zona del recorrido a un mozo situado en la parte izquierda, y pronto se ha disgregado con un toro colorado que se ha adelantado a sus hermanos y que a la postre se iba a convertir en el protagonista del encierro. En el inicio de Mercaderes, cuatro de los astados han perdido las manos, arrollando a los mozos que se encontraban en ambos lados de la calle y provocando caídas, contusiones y pánico.
A partir de ahí, la carrera ha resultado caótica con dos toros, un colorado y un castaño, que han protagonizado los momentos de mayor peligro desde mitad de la calle Estafeta volviéndose hacia atrás y recorriendo cerca de 300 metros en sentido contrario, donde han embestido y corneado a los mozos. Los pastores y los encargados del vallado han hecho uso de la puerta de mitad de la calle Estafeta que cerraba el paso a los toros. Prácticamente al paso, y llevados por los corredores más experimentados y los pastores, han ido guiando a los toros hasta la plaza donde en la bajada al callejón se han vivido de nuevo momentos de mucha tensión.
En total, nueve mozos han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Pamplona, cinco de ellos heridos por asta de toro. Dos de los corneados revisten más gravedad, uno herido en el abdomen y otro en el tórax.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX