Uno de los novillos ha alcanzado, sin mayores consecuencias, a un mozo. Fotografía: Gener.
La carrera se ha saldado con un herido, un estellés de 26 años, que ha sufrido diversas erosiones al tener que arrojarse al suelo.
De complicado y “picante” han calificado los corredores el segundo encierro de novillos de las fiestas de las Santas Reliquias. Las reses de la ganadería navarra de Santafé Martón han cumplido con las expectativas de los mozos. Además de la presencia de numerosos aficionados locales, el encierro de las 11 de la mañana ha atraído a más de un centenar de corredores que han llegado después de participar en el de Tudela, cumpliendo así con un recorrido que les lleva a peregrinar, durante los fines de semana de verano, por las diferentes localidades navarras y riojanas en busca de la emoción que encuentran en este tipo de espectáculos.
Los novillos, que han salido hermanados de los corrales, se han ido abriendo a los lados a su paso por la carretera de Estella. Antes de llegar al cruce con la calle Delicias, uno de los novillos ha alcanzado a un corredor, un mozo de 26 años de Estella, habitual en los sanfermines, que ha optado por tirarse al suelo antes de ser tocado por las astas del novillo. El joven, que no ha sufrido heridas de gravedad, salvo por algunas erosiones en el brazo, fruto de la caída, ha sido atendido por el personal médico de la ambulancia del Olmo. Tampoco se han registrado heridos en el encierro de reses celebrado por la tarde.
Información de Mari Paz Gener para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX