José Manuel González Nieto, el Poca, saltando con garrocha sobre la vaquilla ‘Fogonera’. Fotografía: Carmona.
Unas 600 personas asistieron al espectáculo en el que destacó la interactividad de Ruedo Arte con el público.
La plaza de toros de Larraga, con una capacidad para unas 600 personas, ya estaba abarrotada media hora antes de que los cuatro recortadores que protagonizaron la tarde en la XV edición de la Tierra de la vaca brava pisasen la arena.
Bajo un sol que elevaba la temperatura hasta los casi 30 grados, los miembros del grupo Ruedo Arte demostraron sus habilidades durante casi dos horas lidiando con cuatro vacas de la ganadería Herederos de Ángel Macua. José Manuel González Nieto, Poca, de 24 años, David López García, Beatle, de 30 años, Cristian Blanco Montañés, de 25 años, y Darío Moral Millán, de 21 años provienen de Castellón y, el último, de Zaragoza. Los cuatro cautivaron al público con sus recortes, quiebros, saltos del ángel y otros. Destacaron dos números especiales que Ignacio López Caubilla, encargado de dirigir el espectáculo con el micrófono y dueño y organizador de Ruedo Arte, anunció al comienzo: uno en el que se vería envuelto el público y otro para los niños.
Interactividad con el público
En el primero de los números, la vaquilla Emprendedora, con el número 26, les permitió a los recortadores ofrecer una buena exhibición de quiebros y cortes. En la modalidad de saltos la protagonista fue Fogonera, con el número 12. Beatle fue el primero en romper el hielo con un salto con garrocha. Le siguieron sus compañeros con saltos del ángel y volteretas en el aire. El reto del número consistió en hacer un salto encadenado en el que participasen los cuatro recortadores. Pero, tras intentarlo en varias ocasiones sin conseguirlo, decidieron meter a la vaquilla en los toriles.
“La plaza es muy pequeña y es complicado realizar los encadenados”, comentó Poca. El tercer número fue una de las novedades con respecto a años anteriores. “Intentamos ofrecer variedad para que el público disfrute”, aseguró López. Los recortadores colocaron el balancín y tras realizar varios superman saltando por encima de la vaca llegó el momento de la participación del público.
López pidió dos voluntarios entre los espectadores y, tras varios minutos en los que nadie se atrevía a presentarse como candidato, dos jóvenes bajaron al ruedo. Uno de ellos era Iván Suescun Sesma, un joven de Miranda de Arga de 21 años aficionado desde que era un niño a las vaquillas que colaboró con los recortadores en varios de los números. López trató de asustar a los presentes avisando de que se tendrían que enfrentar a la bravura de un toro de 520 kilos. Las risas del público emergieron de las gradas al ver que lo que salía de los toriles era un becerro.
Por ello, el miedo desapareció en otros dos jóvenes que se aventuraron a participar. El último número fue uno de los que más tensión causó, ya que Poca y Blanco se sentaron sobre dos asientos elevados manteniéndose inmóviles en diferentes posiciones mientras la vaquilla pasaba a escasos centímetros de ellos.
Información de Beatriz Díaz para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX