La crisis se está dejando notar en asistencia a la plaza de toros de Estella.
Debido a la crisis, la feria ha perdido casi mil abonados en los últimos diez años.
Casi mil abonados menos en apenas diez años. De los cerca de 1.300 que alcanzó en el arranque de la década pasada –cuando se registraron las mejores cifras- a los poco smás de 300 aficionados que renovaron sus pases para los festejos taurinos de las últimas fiestas de Estella. La estadística de la plaza de toros muestra sus peores números en el momento en que el Ayuntamiento debe sacar otra vez a concurso la gestión, adjudicada desde 1999 al empresario de Larraga Jesús Macua Corera.
El ganadero se hizo con la explotación después de que, en marzo del 99, durante la segunda legislatura de José Luis Castejón en la alcaldía, se decidiera sacarla a concurso para un periodo inicial de cinco años prorrogables hasta un máximo de 15, lo que sitúa en 2013 la última posibilidad de ampliación del contrato y obliga a repetir el procedimiento público en busca de un nuevo gestor a lo largo de los próximos meses.
La evolución en taquilla
Al recorrido de los abonos para el lote del cartel completo –renovados cada año en víspera de fiestas y con los precios tanto de sol (110 euros) como de sombra (160) congelados desde 2008- se suma también una menor demanda en taquilla en una combinación que ha hecho pasar a la historia los llenos en el coso estellés, incluso en la corrida estrella del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.
El recorrido por este último lustro de la mano del crítico Koldo Larrea concreta esa impresión comentada el pasado mes de agosto en el mundillo taurino local. Con los rejones del lunes no hubo esta vez cartel de completo, el lleno hasta la bandera habitual años atrás, pero se ocuparon más de tres cuartos de un aforo de 3.300 espectadores. El sábado dos tercios y el domingo menos de la mitad en una tendencia a la baja que se aprecia ya desde 2009.
El gestor de la plaza ha preferido no entrar a valorar las cifras ni referirse a su interés en optar o no a la explotación cuando se contrate de nuevo en 2014. Desde el Ayuntamiento no se han fijado aún los términos del condicionado que marcará el nuevo arrendamiento, un acuerdo que no conlleva solo la organización del cartel taurino. También de los encierros y de las vaquillas de la semana festiva.
¿Qué influye en el descenso, en que de los tres festejos ninguno haya completado el aforo ni este año ni el pasado? Aficionados consultados coinciden en que no se trata de un hecho aislado ni puede atribuirse al cartel, sino de una situación que se vive también en otras plazas similares tanto de Navarra como de otras comunidades. No tanto en Tafalla, señalan, pero también Tudela ha acusado el descenso.
La crisis, pese a haberse optado en el caso de Estella por no subir los precios, lleva a que muchos de quienes antes cogían el abono completo se tornen ahora más selectivos y, en busca del ahorro, adquieran solo entrada para alguno de los días.
Información de María Puy Amo para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX