El ganadero gaditano regresa a Pamplona con el deseo de reverdecer laureles. Describió el encierro traído a la capital navarra de la siguiente manera:
“La corrida es muy bonita, tiene las mismas caras y le tengo confianza. Es grande también, pues rondará los 550 kilos, pero, aunque tiene pitones, no es excesivamente alta y los animales tienen buena hechura. Los que más me gustan son el 62, el 74 y el 100. En el encierro tienen fama de peligrosos y eso es porque mis toros no salen tontos, sino bravos, pero la última vez ni rozaron a nadie. Espero que no se quede ninguno descolgado”.