El matador de toros navarro permanece en América a la espera de poder firmar algún contrato. Galería de imágenes.
Invitado por Hugo Domingo Molina, propietario de la ganadería Rancho Grande, el matador de toros navarro Javier Antón tentó ayer dos buenas vacas, en una prueba en la que también intervino el diestro venezolano Rubén Darío.
El espada de Murchante se desplazó hasta la finca Las Poqueras, jurisdicción del Municipio Jáuregui del estado Táchira, en el páramo El Batallón, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. En tal magnífico escenario lidió dos vacas que tuvieron calidad y, sobre todo, mucha duración, dos ejemplares que, según sus propias palabras, le sirvieron muchísimo para su preparación.
Antón afrontó este tentadero tres semanas después de indultar un toro de Campolargo en Valle de la Pascua. Desde entonces, permanece en el país americano a la espera de poder firmar algún contrato.
La ganadería Racho Grande, con divisa azul celeste, blanca y roja, es una de las más prestigiosas de Venezuela. De procedencia Juan Pedro Domecq, sus reses pastan junto a la denominada El Prado, ganadería del mismo propietario.