A Hermoso de Mendoza le supo a gloria el triunfo logrado en el Coliseo de NImes.
Reconoció que había tenido sensaciones que en una temporada sólo pasan dos o tres veces.
Al término de la primera de sus actuaciones de su nueva temporada europea, Pablo Hermoso de Mendoza estaba contento por el triunfo obtenido y, «sobre todo», por las «sensaciones» vividas en la matinal de toreo a caballo de Nimes. «He toreado como uno sueña torear: despacio, a gusto, viendo que mis caballos se lo pasaban en grande, que lo disfrutaban, que metían la cara, que se dejaban acariciar por los pitones… he sentido esas sensaciones que en una temporada sólo pasan dos o tres veces y a mí en Nimes, gracias a Dios, me han pasado muchas veces».
El navarro subrayó: «He presentado algunos caballos nuevos que vienen toreados de México, con un poquito de experiencia pero todavía con esa novedad y frescura que tanto me gusta a mí»; y añadió que son muchos los retos que le aguardan: «Ahora sigue Córdoba, Lisboa, Madrid… pero las sensaciones de Nimes siempre son especiales, siempre son exquisitas y las lleva uno grabadas en su memoria para siempre. Es la plaza en la que más veces he disfrutado y más veces he sentido el toreo grande».
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX