HERMOSO DE MENDOZA TRIUNFA EN PUEBLA TRES AÑOS DESPUÉS

El maestro navarro, sobre Pirata, se lució con sus espectaculares pares a dos manos.

En el tramo final de su campaña mexicana, cortó tres orejas de un lote de toros de Los Encinos.

Lugar: plaza de toros El Relicario Joselito Huerta de Puebla (México).

Ganado: un novillo de Juan Huerta, dos toros para rejones de Los Encinos, segundo y quinto, y cuatro toros de Valparaíso para la lidia ordinaria.

Gerardo Adame: ovación tras aviso.

Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas y oreja.

Fermín Spínola: ovación y oreja.

Arturo Macías “El Cejas”: ovación y pitos tras dos avisos.

Incidencias: Lleno hasta la bandera. Piso resbaladizo.

En el tramo final de su campaña mexicana, Pablo Hermoso de Mendoza regresó a El Relicario Joselito Huerta dos años después. En 2010 toreó dos tardes pero la materia prima le impidió triunfar, salida a hombros que sí había conseguido en 2009, tras una tarde memorable en la que logró cuatro orejas y un rabo. La afición poblana recordaba esa actuación y, por ello, no quiso faltar a la cita el sábado pasado. De este modo, ocupó las cinco mil localidades de la citada plaza, una de las preferidas del caballero navarro.

En primer lugar, se las vio con un toro que no acabó de romper tras el galope de Machado. Fue Chenel, con su elegante toreo de costado al hilo de tablas, quien lo metió en la faena y lo convirtió en un ejemplar con temple y codicia. Cualidades que se hicieron más patentes con el osado toreo de cercanías de Viriato. Después, ya sobre Pirata, el maestro estellés se recreó con tres cortas de perfecta ejecución y con un par de manos que puso al público de pie. Sólo quedaba la suerte final. El jinete midió despacio, atacó con suavidad para ver el lugar exacto y enterró el rejón hasta la empuñadura. El toro rodó sin puntilla y la concesión de las dos orejas se consumó.

El quinto tuvo similar condición, aunque con mucha más romana y bastante más distracción. Prueba de ello, es que de salida estuvo muy pendiente de lo que sucedía en el callejón y no mostró interés alguno por Villa. En banderillas, fue Van Gogh quien atacó con sus apurados quiebros al cuatreño y, después, con Manolete y sus ajustadas piruetas la faena alcanzó su momento álgido. El trasteo fue a más y con Pirata llegaron las cortas, un par a dos manos, una rosa y diversos adornos que hacían presagiar otro triunfo grande. Pero el navarro falló en el primer intento con la hoja de peral. Acertó al segundo intento, lo que redujo el premio a una oreja. En total, tres orejas y nueva salida por la puerta grande de El Relicario Joselito Huerta.

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