Hermoso pasea en triunfo las dos orejas del primero ante una afición que llenó el Coliseo de Nimes.
El caballero navarro perdió la Puerta de los Cónsules por fallar al matar al segundo de su lote.
Ganado: Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, primero y cuarto, nobles, y de Alcurrucén, noble, Victoriano del Río, bravo, Domingo Hernández, flojo, y dos de Juan Pedro Domecq, el titular y el sobrero de regalo, buenos.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y silencio) y Enrique Ponce (vuelta tras petición, saludos, silencio, dos orejas y dos orejas en el de regalo).
Incidencias: Coliseo de Nimes (Francia). Lleno. Festejo matinal. Ponce fue homenajeado por el alcalde de Nimes, Jean Paul Fournier, tras romperse el paseíllo con motivo del vigesimoquinto aniversario de alternativa del valenciano y el público del Coliseo le obligó a saludar una gran ovación. El valenciano salió a hombros por la Puerta de los Cónsules.
Pablo Hermoso de Mendoza cambió la cruz del sábado pasado en Las Ventas por la cara, el domingo, en el Coliseo de Nimes. Fue un mano a mano con Enrique Ponce, al que la plaza se le rindió antes y durante la salida a hombros.
El caballero navarro bordó el toreo ante el noble toro que abrió plaza. Tras pararlo con Napoleón a la perfección, estuvo sensacional montando a Disparate, tanto en el toreo a dos pistas como con la ejecución de la hermosina y clavando al quiebro. Después, con Ícaro pisó terrenos de cercanías y con Pirata rubricó su actuación con un certero rejonazo, que posibilitó la concesión de las dos orejas del de Bohórquez.
Al cuarto lo recibió con Churumay, con el que clavó dos rejones de castigo. En banderillas, brilló con Berlín, muy poderoso, y con Dalí, que dio una lección de conocimiento de los terrenos. Ya en el tercio final, con Pirata otra vez, se lució con las cortas pero falló reiteradamente al matar. De este modo, quedó sin premio y perdió la salida a hombros por la Puerta de los Cónsules.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX