Hermoso de Mendoza provocó un llenazo en Cali en su última actuación en este coso, el 30 de diciembre de hace dos años.
Junto a Luis Bolívar e Iván Fandiño, lidiará en esta plaza colombiana toros de Ernesto Gutiérrez.
Pablo Hermoso de Mendoza cierra hoy el 2014 abriendo su periplo americano en el coso caleño de Cañaveralejo, interviniendo en la tradicional Feria en honor del Señor de los Cristales. Hará el paseíllo con los diestros Luis Bolívar e Iván Fandiño para lidiar un encierro de toros de Ernesto Gutiérrez.
El caballero navarro ha toreado siete tardes en la plaza de Cali, en las que ha lidiado catorces toros. De ellos, ha paseado en triunfo once orejas y un rabo, y ha logrado salir a hombros en tres ocasiones.
El jinete estellés hizo su debut ante la conocedora y exigente afición caleña hace 12 años, precisamente un 28 de diciembre de 1999, actuando en un cartel mixto al lado de los diestros José Luis Moreno y Hernán Ruiz “El Gino”, en la lidia de bureles de Mondoñedo y Puerta de Hierro. A pesar de lograr trofeos, el estellés cayó de pie ante el público de Cali, saludando en su primero tras recibir un aviso y escuchando un respetuoso silencio en su segundo.
Cuatro días después, regresó a Cañavelarejo para tomar parte en el primer festejo del nuevo siglo en esta plaza, toreando al lado de José Gómez “Dinastía” y José Ignacio Uceda Leal en la lidia de bureles de Ambaló. En esta oportunidad Pablo se llevó la tarde al protagonizar dos faenas redondas que le depararon un total de tres orejas, las dos de su primero y una más de su segundo, abriendo con ellas la puerta grande del magno escenario caleño.
Todavía tuvo Pablo ese mismo año un encuentro más con la afición de Cali, el cual tuvo lugar el 4 de enero de 2000, alternando ahora con César Camacho y Miguel Rodríguez en la lidia de astados de Guachicono. El torero a caballo de Estella tuvo otra meritoria actuación, cortando una oreja de su primero y siendo despedido con una fuerte ovación a la muerte de su segundo.
Tuvieron que transcurrir once largos años para que Hermoso de Mendoza volviese a pisar el albero de Cañaveralejo, lo cual tuvo lugar el día 28 de diciembre de 2011, abriendo su campaña colombiana y alternando con los diestros Santiago Naranjo y Daniel Luque en la lidia de astados de Juan Bernardo Caicedo. El genio estellés tuvo otra tarde para el recuerdo, provocando un entradón en el coso caleño y brindando una de las faenas más emotivas de que se tenga memoria en ese ruedo, cuajando a placer al bravo primero de su lote, al que desorejó, sumando una oreja más en el peligroso burel que cerró plaza.
Pero aún faltaba lo mejor, tres días después, el 31 de diciembre de 2011, Pablo regresó a Cañaveralejo para escribir un nuevo capítulo de oro en la historia de la Tauromaquia, indultando al toro Tabacoso, de la ganadería de Ernesto González, al que cuajó a placer, de principio a fin, en una faena pletórica en arte, en perfección técnica y de entrega total por el jinete en plaza, que obtuvo simbólicamente los máximos trofeos.
En 2012, Hermoso de Mendoza afrontó de nuevo dos compromisos en el coso de la Sultana del Valle. El primero de ellos fue el viernes 28 de diciembre, alternando con los diestros Javier Castaño y Guerrita Chico, en la lidia de bureles de Juan Bernardo Caicedo. El estellés tuvo una tarde de entrega y esfuerzo, sobreponiéndose a un malestar físico que venía arrastrando por una caída en su finca; logró realizar dos buenas faenas, especialmente la primera de ellas con el mejor de los dos toros que enfrentó, por la que fue premiado con una oreja. En su segundo, más complicado y violento, el torero a caballo de Estella fue ovacionado por el público que casi llenó Cañaveralejo.
Dos días después, el domingo 30; regresó el navarro a Cali, acartelado ahora al lado de Luis Bolivar y David Mora, en la lidia de astados de Ernesto González. Ante el lleno mas cuajado de toda la feria, Pablo estuvo entregado y con hambre de triunfo, pero en esta ocasión la pobre colaboración de los astados echó por tierra todo el trabajo del centauro y su cuadra, siendo ovacionado en su primero y rescatando una oreja de su segundo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX