Cortó las dos orejas del segundo de su lote en el festejo inaugural de la Semana Grande de San Sebastián.
Lugar: plaza de toros de Illumbe, San Sebastián (Guipúzcoa).
Ganado: dos toros de Hermanos Sampedro para rejones, el primero noble y blando y el cuarto manejable, y cuatro de Alcurrucén, nobles y manejables segundo y quinto, y más deslucidos tercero y sexto, por su falta de clase.
Pablo Hermoso de Mendoza: ovación tras petición y dos orejas.
Sebastián Castella: oreja tras aviso y saludos tras petición.
Jiménez Fortes: ovación tras aviso y silencio.
Incidencias: un tercio de plaza. Primera de feria. El rejoneador navarro salió a hombros.
Llegó y triunfó. Alcanzó en esta plaza su quinta puerta grade. ¿La última? Esperemos que no. Por el bien de la libertad.
Se inauguró la Semana Grande de San Sebastián con un toro para rejones de Fernando Sampedro noble y de buena condición pero falto de fortaleza y raza. La faena del rejoneador Hermoso de Mendoza tuvo suavidad e hizo lo mejor a lomos de Ícaro en la corta distancia, dando el pecho, clavando cortas y haciendo alardes también sobre Pirata. Mató de un rejón pero la petición fue algo fría, por lo que el caballero navarro se tuvo que conformar con una ovación.
Manejable aunque bajo de raza fue el cuarto. Hermoso de Mendoza expuso en una labor en la que todo lo tuvo que hacer el navarro. Labor plástica y expresiva, primero a lomos de Manolete y luego con Viriato con quien llegó mucho a la cara del toro. Remató su actuación montando a un vibrante Pirata, clavando cortas y realizando la suerte del teléfono. Mató de un rejonazo en todo lo alto y cobró las dos orejas del cuatreño, por lo que abrió la puerta grande de Illumbe.