EL NAVARRO JAVIER ANTÓN, OVACIONADO EN SU PRESENTACIÓN EN LAS VENTAS

Derechazo de Javier Antón a su primer novillo en Las Ventas. Fotografía: las-ventas.com

Tras matar al primer y cuarto de la novillada picada, el torero murchantino ha saludado desde el tercio.

Lugar: plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo (Madrid).

Ganado: cuatro utreros de Soto de la Fuente, bien presentados, con cara y kilos, serios, justos de fuerza, de juego dispar, y dos sobreros, tercero y cuarto, de Fuente del Rey, noble y medido de fuerzas uno, y grande, deslucidos, sin movilidad el otro.

Javier Antón: saludos desde el tercio y saludos tras aviso.

Ángel Bravo: ovación y silencio tras aviso.

Emilio Huertas: saludos desde el tercio y vuelta al ruedo.

Incidencias: un cuarto de plaza. El navarro Antón, de blanco y oro, se presentó con el utrero Insultante, número 39, negro, de 465 kilos. Los subalternos Ángel Otero y Diego Valladar saludaron tras banderillear al tercero.

El novillero navarro Javier Antón ha dejado una buena imagen en la tarde de su presentación en la madrileña plaza de Las Ventas, pese a que no le ha acompañado demasiado la materia prima, de los hierros de Soto de la Fuente y de Fuente del Rey.

Frente al que ha abierto plaza, el novillo de su presentación, llamado Insultante, de 465 kilos, un ejemplar noble y blando, escaso de raza, el joven de Murchante ha realizado una faena voluntariosa, que ha tenido sus momentos más importantes con la izquierda, al natural, ya que con la diestra no ha alcanzado tanta limpieza con la muleta, porque el animal embestía rebrincado y protestaba por ese pitón. Ha matado de una estocada y ha recibido una ovación, a la que ha correspondido saludando desde el tercio.

Su segundo, el cuarto de la tarde, llamado, Rebelde, número 3, de 538 kilos, segundo sobrero de Fuente del Rey, ha sido un novillo serio y grande que ha acusado en la muleta tanto peso, por lo que ha resultado deslucido y carente de movilidad. Antón, que ha vestido de azul turquesa y oro, ha ejecutado un trasteo tesonero, que no ha podido redondear en lo artístico por la condición del utrero. Ha matado de media estocada y, de nuevo, ha saludado desde el tercio para corresponder a la ovación que le ha tributado el público.