El caballero navarro la consiguió de un toro de Gallon en la plaza de Calanda.
Ganado: Dos toros para rejones de Hermanos Gallon, primero, rajado, y cuarto, con más calidad, y cuatro de Montalvo para la lidia a pie, de buen juego en conjunto.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y oreja), Miguel Abellán (oreja y dos orejas y rabo) y David Fandila “El Fandi” (dos orejas y silencio).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Calanda (Teruel). 12 de octubre.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Festejo conmemorativo del centenario de la plaza. Toreros y ganaderos fueron agasajados con unos recuerdos por las autoridades locales antes de comenzar la corrida. Abellán y El Fandi salieron a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza no pudo cerrar ayer su temporada europea con una nueva puerta grande. La causa, el desacierto con el rejón letal. Pese a ello, dejó una buena imagen en la plaza turolense de Calanda, que conmemoró sus cien años de existencia y a la que el estellés regresó después de dieciocho años de ausencia.
En primer lugar, se las vio con un cinqueño rajado, de comportamiento insulso y de embestida incierta. Con Napoleón de salida, tuvo que esperar hasta el primer rejón de castigo para que el toro hiciese caso a montura y jinete. Después, con Disparate, que no acusó el percance sufrido dos días antes en Zaragoza, dejó dos buenas banderillas, llegando muy cerca del toro. Los galopes de costado y la hermosina surgieron pero de forma muy esporádica, porque al toro el faltó emoción y continuidad en su embestida. Seguidamente, salió al ruedo Viriato, que lo intentó todo pero se encontró un toro muy parado. Y lo mismo le sucedió a Pirata en el tramo final del trasteo. Con él, clavó tres cortas, sufrió un fuerte golpe en un muslo por un derrote y terminó con un rejón trasero. Pero el toro se amorcilló y, finalmente, el caballero tuvo que echar pie a tierra para descabellar, suerte en la que anduvo certero.
Frente al cuarto, que tuvo más calidad que el anterior, el maestro navarro tampoco logró redondear la tarde. Tras pararlo templado con Churumay, el tercio de banderillas lo completó con dos monturas que no venían actuando últimamente: con Duende, con el que templó de costado, y con Dalí, que puso esos toques de calidad en los cites para sacar al toro de tablas. La faena alcanzó su mejor tono con la actuación de Pirata, con el que se lució con banderillas cortas a una y dos manos, y con desplantes sobre el testuz del astado. Concluyó con un rejón letal al segundo intento y sumó de este modo un trofeo más, el último de su temporada europea.