Su padre consiguió una oreja en San Luis Potosí, justo el día en que se cumplía el 128 aniversario de este coso, llamado El Paseo Fermín Rivera.
Ganado: Seis astados de La Punta, bien presentados, nobles, algunos hasta con calidad, pero de escasa fuerza y poca duración.
Toreros: Guillermo Hermoso de Mendoza (ovación), Juan Pablo Sánchez (oreja), Luis David (dos orejas), José María Hermosillo (oreja), Alejandro Adame (oreja) y Marco Pérez (ovación).
Lugar y fecha: Plaza Monumental de Aguascalientes. 3-XI-2023. Un tercio de plaza.
Ganado: Seis toros de Bernaldo de Quirós, de buena presencia y juego desigual, entre los que destacó el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y oreja), Diego San Román (silencio y dos orejas) y Arturo Gilio (silencio y palmas).
Lugar y fecha: Monumental El Paseo Fermín Rivera de San Luis Potosí. 3-XI-2023. Lleno.
Los dos Hermoso de Mendoza torearon ayer a la vez pero en distinto escenario. El más joven de los rejoneadores estelleses, Guillermo, intervino en el festival en homenaje al ganadero mexicano Pepe Vaca fallecido este mismo año en accidente de tráfico y que se celebraba en beneficio del futuro del toreo, concretamente de la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes Alfonso Ramírez ‘El Calesero’.
Abrió plaza el caballero navarro con el astado más deslucido del festejo, no le quedó de otra que sacar la raza y la calidad en caballos como Berlín muy torero en el galope de costado y llevando al toro embebido en su cola. Un gran par a dos manos antes de pinchar y rematar de un buen rejón que mereció algo más que la ovación final.
Por su parte, con mucha gente todavía acomodándose en sus localidades, Pablo Hermoso de Mendoza lidió en San Luis Potosí a su primero, toro noble y de buena embestida, al que quizás le faltó algo de fijeza en el caballo. Pero llegó a las cortas con poca colaboración y a la hora de matar también, donde a toro parado los pinchazos se sucedieron hasta en tres ocasiones.
El cuarto fue un toro con romana, bajo, pero rematado, de muy bonita lámina y que acudió con muchos pies a la llamada de Nómada. El caballo, con un toreo despacioso, lo fue parando y templándole el galope hasta que el toro ya estuvo perfecto para el tercio de banderillas. El público, muy metido en la faena, ahora que ya llenaba al completo los tendidos, se lo pasaba en grande con las evoluciones de Basajaun. La noche era una fiesta que continuó con un Fénix ahora ya más centrado en cortas, permitiendo a su jinete rememorar la suerte del teléfono y cerrando con un par dos manos por dentro. Una faena de triunfo que sólo había que rubricar y que se hizo pero al segundo intento, y eso en un coso tan exigente como el potosino cuesta por lo menos una oreja. Otra sí se la había ganado y Pablo la paseó ante una plaza totalmente entregada, a la que regresará a principios del próximo año.