Francisco Marco ejecuta un derechazo de mano baja ante la tercera becerra de Hermanos Domínguez, de origen Saltillo.
Ha intervenido en tentaderos en las ganaderías de Pinto Barreiros y Joao Días Coutinho.
Tras el triunfo conseguido en el festival benéfico de Arzacq, Francisco Marco sigue preparándose de cara a afrontar la presente temporada. Para ello, se desplazó recientemente a Portugal para intervenir en un par de tentaderos.
El primero se llevó a cabo en la finca de Pinto Barreiros, donde se tentaron un total de dieciséis vacas.
Además del espada navarro, torearon Luis Vital Procuna, Luis Miguel Vázquez y Paco Ramos. Las vacas, fieles a su procedencia, resultaron muy encastadas, tuvieron mucho motor y resultaron muy exigentes para los toreros, que tuvieron que saber aguantar las continuas embestidas. Según palabras del propio diestro estellés, fue una excelente jornada, en la que, pese a esa exigente materia prima, se pudo disfrutar muchísimo.
Al día siguiente, los mismos protagonistas se desplazaron hasta la ganadería de Días Coutinho, cuyas reses tiene parte de procedencia Barreiros, para tentar diez vacas. El ganado presentó un comportamiento similar al de la jornada anterior y los toreros tuvieron que esforzarse para poder con él.
De regreso a España, Marco intervino en un tentadero en Funes, en la finca Ontinal, cuartel general de la ganadería Hermanos Domínguez. En su coqueta plaza de tientas, Marco ofreció una lección de toreo clásico ante dos vacas de distinta procedencia y condición, una de Puerto de San Lorenzo y otra de Escudero Calvo. Sobre todo ante ésta, el diestro navarro disfrutó con su toreo, templado, pausado, y sacó a relucir su variado repertorio, tanto de capa como con la muleta.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX