Un ictus acabó ayer con la vida del matador de toros madrileño, conocido popularmente como el León de Chamberí.
El maestro Dámaso Gómez falleció ayer, sábado, 2 de mayo, en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, a los 90 años de edad. El conocido León de Chamberí ingresó en el citado centro hospitalario hace unos días tras sufrir un ictus. Su muerte se debió a una recaída, pues hace pocos años sufrió otro infarto cerebral, y si bien en aquella ocasión logró recuperarse de forma satisfactoria, esta vez no pudo superarlo. Descanse en paz.
Dámaso Gómez vivía en Madrid, en la calle de Hilarión Eslava, en el barrio de Argüelles. Nació en el castizo barrio madrileño de Chamberí el 1 de abril de 1930. Deja viuda a su esposa, María. No tuvo hijos.
Vistió su primer traje de luces en la localidad toledana de Lillo cuando contaba 17 años de edad. A los 19 se presentó en la madrileña plaza de Vista Alegre y no fue hasta el 16 de julio de 1950 cuando debutó en Las Ventas. Aquel debut ya fue triunfal, pues cortó una oreja en la lidia de novillos de Marqués de Albayda junto a Nacional y Jaime Malaver.
No tomó la alternativa hasta el año 1953, cuando el 25 de mayo, Julio Aparicio, en presencia de Manolo Vázquez, le cedió la muerte de Bombero, de Alicio Tabernero, en la plaza de Barcelona. El 6 de junio de 1954 confirmó aquel doctorado en Madrid, lidiando al toro Maravilla, de Eusebia Galache, alternando con Rafael Ortega y Juan Montero, que también confirmaba su alternativa. Ratificó su doctorado en México, en la Plaza Monumental, con el toro Piñero, de El Rocío, compartiendo cartel con el rejoneador Ángel Peralta, Curro Ortega y Miguel Ángel.
Gozó de buen ambiente en los años cincuenta, su carrera entró en declive en los sesenta y no fue hasta finales de esa década -en el San Isidro del 68, concretamente- cuando su actuación ante una corrida de Miura -en la que era su primera tarde en un abono isidril- le dio de nuevo oxígeno. En aquella postrera etapa se especializó en corridas duras, triunfando con ellas. A lo largo de su trayectoria sufrió percances de importancia en Barcelona, Zaragoza y la peruana Lima.
Dámaso Gómez dijo adiós a los ruedos en Salamanca, el 21 de septiembre de 1981, lidiando una corrida del Conde de la Corte junto a Juan José y Espartaco. Aquel día también le tocó sufrir, pues se mantuvo en el ruedo después de que el primer toro de su lote le rompiera varias costillas. Esa última actuación llegó apenas una semana después de su despedida en Las Ventas, donde lidió en solitario seis toros: cuatro de Puerto de San Lorenzo -casa a la que estuvo vinculado desde sus inicios y con la que mantenía una muy buena relación de amistad hasta la actualidad- y dos de Manuel San Román.
Doce orejas en Pamplona
Gómez presenta unas buenas cifras en la plaza de la capital navarra. Entre 1955 y 1968, estuvo presente en cuatro ferias. En ellas, hizo siete paseíllos, y lidió y estoqueó 14 toros, a los que les cortó diez orejas.
En 1955 toreó una tarde en San Fermín, pero su primer triunfo lo consiguió el 18 de julio, en la corrida organizada por la Asociación de la Prensa. Ese día le cortó las dos orejas a su segundo, de Molero Hermanos, como el resto del encierro, y salió a hombros.
Su primer triunfo en San Fermín llegó el 10 de julio de 1956, tarde en la que consiguió cortar las cuatro orejas a un buen lote de Conde de la Corte.
Cinco años después, volvió a triunfar, pero en junio, en una corrida organizada a beneficio de Pro-Matemáticas de Dios; cortó una oreja a cada uno de su lote, dos toros con el hierro de Abdón Alonso.
Volvió a ser protagonista de la Feria de San Fermín de 1962. El 15 de julio cerró su actuación con el corte de cuatro: la primera a un toro de Lisardo Sánchez; la segunda, a otro del mismo hierro y las dos últimas a un toro de regalo de Martínez Elizondo.
Sin embargo, en San Fermín de 1968, en su última actuación en la capital de Navarra le cambió la suerte. Sus dos faenas, ante toros de Salvador Guadiola Fantoni, se saldaron con dos estrepitosas broncas del respectable.
Respecto al resto Navarra, en Tudela toreó en tres ocasiones: en 1954 (le cortó el rabo a un toro de Miura), 1968 (tres orejas y un rabo a un lote de Laurentino Carrascosa) y 1970 (una oreja de un toro de Román Sorando.
Toreó asimismo en las plazas de Estella (1960, dio una vuelta al ruedo; 1961, una oreja de un toro de Esteban y Auxilio Tabernero; y 1967, dos orejas de uno de Isaías y Tulio Vázquez), Tafalla (1960, dio una vuelta al ruedo; 1961, oreja y oreja de un lote de María Fonseca; y 1967, una oreja de uno de Ramos Matías) y Corella (1969, una oreja de un toro de Antonio de la Cova; y 1978, vuelta al ruedo en un festival con novillos de Julio Aguirre).