Muletazo de Pepe Herraiz a la segunda erala de Ganadería de PIncha.
El riojano Pepe Herraiz, de 81 años y colaborador de Diario de Navarra en San Fermín, toreó ante una de las tres eralas de Ganadería de Pincha.
Terminada la temporada, los ganaderos de Navarra comienzan a preparar la próxima. Uno de los más madrugadores ha sido José Antonio Baigorri, que aprovechó la tarde del sábado para llevar a cabo en su finca lodosana El Ontanal un tentadero de tres eralas, todas de procedencia Gerardo Ortega, encaste Domecq.
Y la prueba no pudo ser más satisfactoria para el criador de bravo. La primera, Rascatripas, acudió cinco veces al caballo, humilló en el peto y se dejó pegar. En la muleta, derrochó fijeza, nobleza y generoso recorrido, tuvo clase por el pitón derecho y resultó encastada por el otro.
La segunda, Olorosa, procedente de un nuevo semental, fue simplemente brava. Acudió alegre en cinco ocasiones al caballo, galopando con magnífico tranco desde un extremo a otro de la plaza de tientas, y se entregó en el peto. En la muleta mostró nobleza, clase, fijeza, recorrido y duración, no tuvo un pelo de tonta y resultó exigente para el diestro, que no terminó de acoplarse al ritmo de la embestida.
Y la tercera, la burraca Soñadora, fue un portento de virtudes tanto en el peto como en la muleta, la vaca soñada por todo ganadero, tanto que terminó siendo toreada a campo abierto, sin cansarse de embestir con mucha clase.
La suerte de varas de corrió a cargo del veterano picador colombiano Luis Carlos Pedrosa “Luisín”, que demostró ser un gran profesional. Cumplió su labor a la perfección, picando siempre arriba. El torero protagonista de la tienta fue Santiago Naranjo, de 26 años, nacido en Manizales y que tomó la alternativa en la plaza de Cali hace dos años.
Desde entonces, no ha toreado mucho –ocho corridas de toros- y esta falta de rodaje la acusó en ocasiones en el ruedo, sobre todo, ante la bravura exigente de la segunda erala, con la que se vio algo desbordado. Sin embargo, ayudado por el subalterno Utrera, también colombiano, se entonó frente a la tercera, ejecutó buenas series por ambos pitones e, incluso, en algún momento, terminó gustándose.
La calidad de la segunda erala, de Olorosa, fue tal que animó al ganadero Baigorri y al riojano Pepe Herraiz, de 81 años, y colaborador taurino en San Fermín de Diario de Navarra, a saltar al ruedo para torearla. Y la verdad, ambos dibujaron muletazos, pocos, con magnífico poso torero. Y es que el que tuvo, retuvo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX