EL VALLADO DE ESTELLA SUPERA LA INSPECCIÓN TÉCNICA MUNICIPAL

Vallado del encierro de Estella en la cuesta Entrañas.

De este modo, se afianza la posibilidad de celebrar encierros con novillos durante las fiestas.

La posibilidad de ofrecer encierros de novillos en fiestas de Estella se afianza tras avanzar el arquitecto municipal que el vallado cumple con la nueva normativa del Gobierno de Navarra.

Según informa Diario de Navarra, el equipo de gobierno regionalista había condicionado su presencia en las calles a que el técnico municipal certificara que, tras la renovación de la barrera, ofrecía las garantías de seguridad determinadas por la Orden Foral.

Estella ya acogió una carrera con erales y utreros un martes de fiestas de 2010. Y la intención era repetir el próximo año pero la cogida mortal a un vecino de Lodosa ese agosto por un novillo que había escapado del encierro tras romper el vallado paralizó la propuesta.

Y desde el Gobierno de Navarra se comenzó a trabajar en una nueva normativa para regular este tipo de barreras. El ejecutivo foral establece una serie de exigencias de medidas y sujeción sin diferenciar qué tipo de astados enmarcarán estas “paredes “ de madera. Por lo que el arquitecto, según afirmó y salvo imprevistos, tiene intención de firmar el visto bueno esta misma semana. Una conclusión a la que llegó ayer tras recorrer con el jefe de Servicios del Ayuntamiento, Francisco Albizu, las modificaciones realizadas en el vallado que comenzará a instalarse este viernes.

Postes de aluminio

La barrera que hasta ahora se colocaba para proteger a corredores y público de los tradicionales encierros de vaquillas contaba con 147 postes y 370 tablones dispuestos en hileras de tres.

Tras la reforma, el número de balizas sube hasta 230, de las que 70 son de aluminio para reforzar los tramos más vulnerables que se localizan en la plaza Santiago y la avenida Yerri.

También aumentan hasta 426 los listones, de los que en 108 se ha reducido la distancia entre poste y poste de cuatro a tres metros. Además, la brigada municipal de Servicios ha revisado uno a uno los 147 agujeros en los que se clavaban los antiguos postes y han hecho 41 nuevos para aquellas zonas en las que el tablado se desmonta diariamente, como por ejemplo la calle Chapitel.

Igualmente se ha finiquitado otro de los puntos vulnerables del encierro, el final de la cuesta Entrañas con la avenida Yerri. El talud de piedra que separa ambas calles con un vallado por encima y un banco de piedra a lo largo de su recorrido por Entrañas concluía con una altura de apenas 70 centímetros. Se temía que en este lugar podía saltar un animar y escaparse del recorrido.

Por este motivo, se ha decidido quitar la antigua valla metálica y colocar una permanente de 1,50 metros. El nuevo vallado no exigirá un incremento de personal para retirar las partes móviles cada día. 14 empleados de la brigada de Servicios se ocupan durante la jornada de esta función. “Y así seguirá porque aunque hay más piezas son mucho más ligeras”, avanzó el jefe del área municipal, Francisco Albizu. La colocación de la barrera se iniciará por el corral provisional del ganado que se acondiciona en una plazoleta al comienzo de la calle Ruiz de Alda.

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