EL QUINTO ENCIERRO DE SANGÜESA, CON MOMENTOS DE GRAN TENSIÓN

Los toros galoparon sueltos y tiraron derrotes en la segunda parte del recorrido.

Un joven corredor de Lumbier estuvo a punto de ser corneado en la antepenúltima carrera de las fiestas. Reportaje fotográfico: Alberto Arelizalde.

“Iba corriendo con él y, como ya me iba adelantando, he ido a buscar al que venía por detrás. Entonces ese primer toro se ha vuelto y ha venido hacia mí. Me ha metido un cuerno entre el brazo y el costado derecho y me ha levantado un poco. Suerte que todo ha quedado en eso, en un susto”. Ibon Ollo Jiménez, lumbierino de 27 años, contaba a sus amigos y compañeros aún con los nervios en el cuerpo la angustiosa situación vivida apenas unos minutos atrás, cuando estuvo a punto de ser cogido por un toro en el encierro de Sangüesa.

El percance se solventó sin requerir atención médica alguna. El de este viernes era el último encierro con toros de lidia de la temporada veraniega en Navarra, y los corredores lo sabían. Por eso, decenas de ellos, locales y de otras poblaciones, se dieron cita en Sangüesa para participar en la carrera con los toros sevillanos del hierro de Martín Lorca. La afluencia fue importante, también de público, y apenas era posible aparcar en las inmediaciones del recorrido unos minutos antes del inicio. Fue un encierro peligroso, en el que los astados corrieron separados, a su aire, y sin ser apenas arropados por los cabestros, y donde no faltaron momentos de tensión.

Esta quinta carrera de las fiestas comenzaba a las 9 de la mañana con la manada corriendo junta, si bien al llegar a la curva ubicada en la mitad de los 528 metros del recorrido ya los seis toros iban por delante.

Llegando a la plaza de toros, los cuatro de pelaje colorado y castaño se abrían camino a gran velocidad, derrotando y haciendo caer a algunos mozos. Fue ahí cuando uno de estos toros de más de 500 kg derrotaba con rapidez hacia el vallado izquierdo y a punto estuvo de cornear al joven corredor de Lumbier.

Por detrás venían, uno por cada lado de la calle, los otros dos toros restantes, ambos de pelaje negro.

Pese a lo peligroso de la carrera, las asistencias médicas de Ambulancias del Olmo no tuvieron que practicar atenciones vinculadas al encierro.

“Ha sido un encierro típico de Sangüesa, con toros por todos lados y muy emocionante. Rápido y peligroso”, opinaba Ander Carrascón, corredor burladés de 28 años, apasionado de estas carreras y que preveía marcharse en esos momentos rumbo al toro con soga de Lodosa.

Toros por delante

Alberto Pérez Garayoa, coordinador del grupo de pastores, destacó la “importante afluencia de corredores de toda Navarra” para disfrutar de este “último encierro con toros de lidia por las calles”. “Una corrida, además, con una presentación fantástica”, opinó.

“A partir de la primera gran curva del recorrido, ya no ha habido una manada compacta, ni ningún toro arropado por cabestros. Los seis han ido por delante. Una carrera que ha dejado momentos de peligro, con toros derrotando, lo que ha hecho ponerse alerta a los corredores”, añadió.

Información de A. V., publicada en Diario de Navarra.

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