A las órdenes de Gómez del Pilar, picó al sexto, que recibió tres puyazos, todos ellos ovacionados por la magnífica ejecución del varilarguero navarro.
La plaza más importante del mundo, Las Ventas, abrió ayer sus puertas para acoger el primer festejo de la temporada, una corrida de toros con carácter de desafío ganadero. La entrada, más de un tercio de plaza. Según la empresa, 8.212 espectadores –un buen puñado de Navarra-, que disfrutaron con un episodio histórico: una antológica suerte de varas ejecutada por el navarro Juan Manuel Sangüesa. Todo sucedió en el sexto, llamado Paracaidista, número 6, negro, de 527 kilos, cuatreño de Cuadri. Fue tres veces al caballo y el picador recibió otras tantas cerradas ovaciones y, cuando comenzó a abandonar el ruedo, tuvo que descubrirse (se descastoreñó?) y el público, puesto en pie, le volvió a ovacionar durante varios minutos. Como ya se ha indicado, fue un episodio simplemente histórico.
Así lo describieron estos portales: “Otro tren fue el sexto, al que el público volvió a recibir con una fuerte ovación y con el que Gómez del Pilar dio una demostración de su capacidad lidiadora por la variedad de suertes con la que colocó al toro de Cuadri al caballo. Tres puyazos de Juan Manuel Sangüesa que pusieron a todo el público en pie. Dando tiempo, moviendo al caballo, citando de frente, tirando el palo y colocando la puya en todo el sitio. Y el toro, arrancándose con los cuartos traseros en galope desde el centro del ruedo. La verdad de la suerte de varas” (Mundotoro).
“Cerraría la tarde Gómez del Pilar con un bravo sexto toro que al igual que sus dos hermanos fue aplaudido de entrada. La faena se la robó el picador Juan Manuel Sangüesa con un tercio de varas impresionante que puso a las ventas en pie. Tres veces entró al caballo el de Cuadri y tres ovaciones cerradas se llevó Sangüesa, se quitó el sombrero, saludó y se fue, dejando a la plaza completamente loca. El toro fue muy a menos desde ahí, dejándose todo en el tercio de varas, embistió poco con la muleta y Gómez del Pilar poco pudo hacer” (Burladero TV).
“El vacío de una tarde que tuvo minutos después el otro de sus dos momentos de autenticidad, cuando el picador Juan Manuel Sangüesa dio toda una antología de la suerte de varas con el último de la corrida. Ayudado por su jefe de filas, el toledano Gómez del Pilar, que bregó y le colocó con solvencia al toro en suerte, el piquero navarro se preocupó de mover perfectamente al caballo, ‘toreando’ desde el cite, así como de dejar la puya en lo alto y de medir perfectamente el castigo en los tres encuentros, para llevarse una fortísima ovación de reconocimiento” (Efe).
“Nos quedaba un sexto toro, también de Cuadri, y esta vez la plaza vivió un tercio de varas que dignifica esta suerte, tan devaluada y maltratada. El toro se arrancó tres veces de largo al caballo y el picador de turno, Juan Manuel Sangüesa, se sintió torero para ejecutar la suerte con maestría, manejando muy bien los tiempos a caballo y provocar la arrancada del toro. Tres encuentros, en el último levantando la vara en el momento del puyazo para no herir más al toro pero habiendo lucido su bravura” (Marca).
Se lidiaron toros de Pallarés (segundo y tercero), armónicos de hechuras, noble el segundo y justo de poder el primero, tres de Cuadri, de impecable presentación, aplaudidos de salida, bravos en el caballo, complicados en la muleta, y un sobrero de Martín Lorca (primero), que se vino a menos. Los lidiaron Esaú Fernández (silencio en ambos), Adrián de Torres (palmas tras dos avisos y oreja) y Gómez del Pilar (silencio tras aviso en ambos).