Los socios del taurino pamplonés rodean a Curro Romero, en el centro de la imagen, al fondo.
Los aficionados pamploneses disfrutaron en Sevilla de un inolvidable encuentro con Curro Romero.
Acompañado por un tiempo seco y por temperaturas agradables, medio centenar de socios del Club Taurino de Pamplona aprovechó el puente foral para visitar cuatro ganaderías de bravo andaluzas, de distintos encastes; concretamente, las de Herederos de José Luis Osborne, Rehuelga, Luis Algarra y Marqués de Albaserrada.
Partieron el 29 de noviembre y, ya en Sevilla, la primera visita ganadera la llevaron a cabo al día siguiente, en la localidad sevillana de El Castillo de las Guardas, término donde se encuentra la finca Puerto Acebuche, en la que se cría el ganado bravo de José Luis Osborne.
Interesante tentadero
En ella, los aficionados pamploneses presenciaron un tentadero protagonizado por Manuel Jesús ‘El Cid’ y el novillero cordobés Javier Moreno ‘Lagartijo’. Ambos probaron la bravura de cuatro erales que, según testigos presenciales, ofrecieron un juego dispar en el caballo y se dejaron torear con la muleta.
El 1 de diciembre se desplazaron a tierras gaditanas, hasta Benalup de Sidonia, donde está ubicada la finca Rehuelga, centro de crianza de la ganadería del mismo nombre, de encaste Conde de Santa Coloma-Joaquín Buendía.
Tras una jornada de descanso para conocer la capital sevillana, los aficionados navarros viajaron el día 3 a la dehesa La Capitana, en la localidad sevillana de Almadén de la Plata. En ella, podrán contemplar los toros marcados con el hierro de Luis Algarra, de procedencia Juan Pedro Domecq. Tres caballistas acercaron los toros hasta el remolque que transportaba a los socios del taurino pamplonés. Además, pudieron ver todos los cerrados, donde se crían añojos, erales, utreros y cuatreños, además de las vacas, que se encontraban en pleno paridero.
La última parada campera, el 4 de diciembre, tuvo por destino la localidad sevillana de Gerena, concretamente la finca Mirandilla, en la que se crían los ejemplares de Marqués de Albaserrada, de procedencia Gamero Cívico y Juan Pedro Domecq.
Además de los toros, pudieron contemplar la nueva plaza de tientas, cuadrada y financiadas con donaciones de particulares, de aficionados franceses, cuyos nombres aparecen en diversos azulejos.
Todos con Curro
La jornada de descanso deparó la mayor agradable sorpresa del viaje. El presidente del Club Taurino de Pamplona, Juan Ignacio Ganuza, citó a los socios a las siete de la tarde en uno de los salones del hotel donde estaban alojados. A esa hora, se presentó en el citado salón una leyenda viva del toreo, Curro Romero.
Ganuza le entregó una foto enmarcada del momento de la alternativa de Francisco Marco en Santander, la última que concedió el maestro de Camas (José Tomás, como testigo, completó aquel cartelazo). La fotografía estaba dedicada con unas palabras de Marco. Asimismo, el presidente de la entidad le entregó al llamado ‘Faraón de Camas’ una imagen de San Fermín en plata. Tras agradecer tales obsequios, Curro Romero volvió a demostrar su señorío, el que siempre ha mantenido dentro y fuera de los ruedos, y, solícito y paciente, se dejó fotografiar con los aficionados pamploneses.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX