EL CABALLO ‘CHENEL’ SUFRE UNA CORNADA EN EJEA DE LOS CABALLEROS

Momento en que el navarro y ‘Chenel’ quedan a merced de l toro. Fotografía: pablohermoso.net

La famosa montura perdió pie cuando toreaba de costado al que abrió plaza y sufrió una herida superficial que no afectó a la zona intestinal.

Lugar: plaza de toros de Ejea de los Caballeros.

Ganado: seis toros de Rosa Rodrigues, de buen juego en general.

Pablo Hermoso de Mendoza: silencio y oreja.

Rui Fernandes: saludos y silencio.

Pedro Hernández “El Cartagenero”: silencio tras aviso y saludos.

Incidencias: Un cuarto de plaza. Chenel sufrió una aparatosa cornada superficial.

El caballo Chenel, una de las monturas estrellas de la cuadra de Hermoso de Mendoza, sufrió ayer un aparatoso percance tras perder pie en la plaza de toros de Ejea de los Caballeros. La cornada, que, afortunadamente, sólo fue superficial, aunque podría haber sido mucho peor, sobrevino durante la lidia del primer toro, después de que el equino perdiera pie, y jinete y montura cayeran al suelo en unos instantes angustiosos en los que ambos quedaron a merced del toro.

No comenzó bien la tarde para el caballero navarro en su actuación en la citada plaza zaragozana y es que un tropezón de Chenel cuando galopaba de costado dio con el caballo y el jinete en el suelo e hizo que se vivieran momentos de enorme angustia. El caballo en el suelo, su jinete enganchado en el estribo sin poder salir y el toro empujando con los pitones en la barriga del caballo. Fueron momentos de una enorme tensión, con cinco subalternos tirando de la cola del toro y si poder desplazarlo del caballo. Cuando se consiguió, se pudo comprobar que, gracias a Dios, la única cornada que llevaba el famoso caballo era superficial y no afectaba a la zona intestinal.

Esto condicionó una lidia que había comenzado muy bien Villa ante un toro bravo y de embestida alegre que acudió siempre a las suertes. Chenel que venía de sufrir un susto el día anterior en Almería, demostró que lo tenía perfectamente olvidado y cuajó un gran tercio de banderillas. Galopó varias veces de costado y remató por los adentros. El percance vino cuando ya estaba terminando su actuación y fue motivado por un tropezón encelando al toro de costado. Finalizó el tercio con Ícaro, pero el toro y el público acusaron el percance y el torero abrevió también con Pirata, retirándose del ruedo en cuanto el toro dobló para interesarse por Chenel.

Regresó al ruedo para lidiar el cuarto, que resultó ser un buen toro, muy alto y montado, pero con calidad y nobleza. El navarro, un tanto tocado física y moralmente trató de elevar el tono de la tarde y desde el principio puso todo de su parte, con Churumay de salida y con Manolete y Viriato en banderillas. Para terminar, Pirata volvió a deleitar al público primero con las cortas, luego con un gran par a dos manos y finalizó con los consabidos desplantes. Tras un espectacular rejón de muerte, Hermoso de Mendoza fue premiado con  una sola oreja, la única de la tarde, por culpa de un nuevo pinchazo previo a ese rejonazo definitivo.