EL APODERADO DE JESULI PRESENTA LA NUEVA ETAPA DEL DIESTRO GADITANO

El diestro Jesuli de Torrecera con su apoderado, el pamplonés Iñaki González Cestau.

El diestro Jesuli de Torrecera con su apoderado, el pamplonés Iñaki González Cestau.

El pamplonés Iñaki González Cestau explicó en la finca de Fermín Bohórquez el proyecto para la próxima temporada.

El pamplonés Iñaki González Cestau, apoderado del matador de toros Jesuli de Torrecera, presentó el pasado fin de semana en la finca Fuente Rey, de Fermín Bohórquez, los planes previstos de cara a la próxima temporada para el citado diestro, que celebrará sus diez años de alternativa.

“Jesuli está capacitado para torear cualquier hierro porque tiene mucho que decir en la plaza. La temporada pasada, después de un año y medio sin vestirse de luces, sumó cuatro tardes y en todas salió por la puerta grande. El banquillo curte a los toreros y hay varios ejemplos claros. Jesuli de Torrecera está listo para todo”, explicó el industrial pamplonés.

Por su parte, el matador de toros gaditano se mostró esperanzado de cara al futuro. “He estado mucho tiempo entrenando y dándole vueltas a la cabeza, y tengo claro que he alcanzado una madurez personal que se refleja en mi toreo, con cotas muchos más profundas. Estoy dispuesto a ocupar mi sitio en el toro y me gustaría poder demostrarlo, porque no voy a defraudar a nadie. Mi circuito ahora lo forman las corridas duras y estoy preparado para enfrentarme a cualquier hierro y torear en cualquier plaza de responsabilidad. Cumplo diez años de alternativa y me gustaría celebrarlo en la plaza en la que me hice matador de toros, en Sevilla”, aseguró Jesús Fernández Fernández, que así se llama el torero. Y para demostrar esa madurez, lidió dos toros en la citada finca ante los medios de comunicación.

El jerezano Jesuli de Torrecera, que está cercano a cumplir los 34 años, tomó la alternativa en la Real Maestranza sevillana el 28 de abril de 2004; Ponce y El Juli ejercieron de padrino y testigo, respectivamente. Nada consiguió del toro de la ceremonia pero le cortó las dos orejas al segundo de su lote y salió a hombros.

Ese mismo año protagonizó su única actuación en Pamplona; se enfrentó a dos toros de Núñez del Cuvillo pero no le acompañó la suerte y se fue de vacío.

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