Víctor Janeiro toreando de corto.
El matador de toros gaditano Víctor Janeiro, hermano de Jesulín de Ubrique, les cortó tres orejas.
La puerta grande de la plaza riojana de Autol se abrió el viernes pasado tras el triunfo conseguido por el matador de toros gaditano Víctor Janeiro, quien cortó tres orejas a dos magníficos novillos de Ganadería de Pincha, ambos premiados con la póstuma vuelta al ruedo.
Fue un festival sin picar, que registró media entrada y en el que el novillero pamplonés Francisco Expósito actuó de sobresaliente y se lució en dos quites a la verónica con mucho gusto.
El hermano menor de Jesulín de Ubrique, que toreó en solitario, se enfrentó en primer lugar a Rompedor, un eral negro, marcado con el 44, que tuvo mucha nobleza y recorrido. El espada andaluz lo cuajó de capa, a la verónica, y con la muleta lo llevó muy toreado, sin tirones, sobre todo por el pitón derecho. Lo mató de una estocada y se le concedieron las dos orejas del novillo, que fue premiado por su calidad con una póstuma vuelta al ruedo.
El segundo y último, Fortachón, número 34 y también negro, tuvo de salida menos viaje pero humilló más que el anterior. En el último tercio, fue a más, alargó el recorrido y repitió con mucha clase, haciendo el avión. Janeiro estuvo muy bien ante él; ejecutó una lucida faena por los dos pitones y conquistó los tendidos. Pudo haber cortado los máximos trofeos pero la estocada llegó al cuarto intento, por lo que el premio quedó reducido a una oreja del muy buen Fortachón, que fue asimismo premiado con la vuelta al ruedo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX