Sus dos intervenciones, en el festejo inaugural de la feria, recibieron el silencio del público.
No tuvo suerte Diego Hermosilla en la plaza madrileña de Arganda del Rey, en la novillada picada que inauguró la feria. Alternó con Ángel Puerta (silencio en ambos) y Fernando Adrián (vuelta y silencio). Se lidiaron seis utreros de Navalrosal, bien presentados y de juego dispar; los mejores fueron el primero, el tercero y el sexto.Según Mundotoro, el novillo que abrió feria, astifino y de preciosas hechuras, se desplazó con largura en los inicios pero desarrolló a peor luego. Hermosilla anduvo precavido en una labor sin relieve. Al cuarto le faltó raza pero resultó manejable y la labor del novillero afincado en Navarra tampoco alcanzó entidad. Su resultado, silencio en ambos. Otra vez será.