Los dos Brunos, Martínez y Gimeno, salieron a hombros en la centenaria plaza de Zorita.
Pese a ello, el ganador del II Bolsín Taurino La Oportunidad fue el valenciano Bruno Gimeno.
El pamplonés Bruno Martínez tuvo el 15 de agosto una muy destacada actuación en la final del II Bolsín Taurino La Oportunidad de Zorita, incluso logró salir a hombros tras cortar las dos orejas del quinto, pero no fue suficiente. El ganador fue, finalmente, el valenciano Bruno Gimeno, que aprovechó el mejor lote de la tarde y cerró su actuación con cuatro orejas. El tercer novillero de la final, Pedro Herrera, de Badajoz, consiguió cortar una oreja a cada uno de su lote.
Estos tres jóvenes lidiaron en la centenaria plaza cacereña un encierro de erales de Cuevas Bajas, antes La Peregrina, que ofrecieron, con matices, buen juego en general. Los erales, bravos, tuvieron mucho motor.
Al novillero pamplonés le correspondió el peor lote, o el menos bueno. Su primero manseó pero no dejó de moverse. Ante tal característica optó por torearlo en su querencia, en terrenos de sol. Allí, las peñas jalearon su actuación. Martínez logró meterlo en el canasto y cuajó así una meritoria faena. La terminó con una estocada trasera, que no fue suficiente, y, tras demasiada demora, concluyó con un certero descabello, cuando ya había sonado un aviso; los ánimos del público para entonces se habían enfriado y el joven novillero se tuvo que conformar con una ovación.
El quinto, más grande, tuvo mejor condición, aunque tampoco fue fácil, pues reponía; había que hacerle las cosas por abajo. De este modo le realizó una gran faena por ambos pitones, culminada con una efectiva estocada. Su labor fue premiada con las dos orejas del buen eral.
Tras finalizar el festejo, Bruno Gimeno recibió un trofeo como triunfador y un capote de brega donado por el matador de toros Ginés Marín. A su vez, el ganadero Antonio Carrillo quiso entregar un trofeo conmemorativo a cada novillero por haber llegado a la gran final del bolsín.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX