Se esperaba más de un encierro que, eso sí, estuvo muy bien presentado.
Defraudó el encierro de Alcurrucén lidiado en Valencia, en el tercer festejo de la Feria de los Encastes. Los toros estuvieron muy bien presentados pero se esperaba más de su comportamiento en el ruedo. Ofrecieron un juego desigual y destacó el segundo, bueno, con ritmo y clase. Del resto, primero y tercero resultaron manejables, y los tres restantes, deslucidos, no dieron opción alguna al lucimiento. Los lidiaron Diego Urdiales (silencio tras aviso y silencio), David Mora (saludos tras aviso y saludos) y Jiménez Fortes (saludos tras aviso y silencio), bajo una plaza que sólo se llenó en un tercio de su aforo.